Con 14 añitos, el mundo es todo lo que me deseaba
terminar, después de tener la prueba superada de la segunda vez, pienso que en
algún se me cruzó un cable, porque me encontré en plena edad de la chaqueta
disfrutando con recordar aquella vez, así que comencé a cambiar de
hábitos, pasé de la idea de autodestruirme a la de manejarlo de alguna manera,
y que mejor manera que dándole vuelo a la hilacha??
En la secundaria, poco a poco fui descubriendo cómo
funcionaba mi "gaydar", no era difícil entre tanta hormona puberta,
descubrir cabrones mirando a otros, los jueguitos de andarse agarrando la cola
entre compañeros, descubrir a los más grandes disfrazar de abuso su gusto por
los más chavos, si en ese momento la putería hubiera tenido el auge de ahora,
eso hubiera sido un gran cuarto obscuro para más de 30 cabrones, entre ellos,
varios que me llamaban la atención, los más grandes, de verga y de edad, era un
placer descubrir al más teto que en ese entonces mediría 1.80 pararse la verga
y mostrarla sin pudor, según él, a las chavas, pero asegurándose de que los
demás lo admiraran, por lo menos sobre el pantalón, aquello era un monstruo!!
En el transcurso de ese tiempo de secundaria, pasamos de
la planta baja en el primer año, al segundo nivel en el segundo y así con el
tercer año, al ser solo tres grupos, eran pocos los salones que se utilizaban,
los demás eran laboratorios, almacenes, y en los extremos, los baños, los de
los niños, al final del edificio, lúgubres como la chingada, solos en la
mayoría de las veces, sucios como cualquier baño de escuela, y por lo general,
siempre abandonados.
Ahí fue donde encontré mi pasión, y aunque tuve que hacer
mis pruebas con ensayos y errores, el hecho de encontrar las horas perfectas,
que eran después del descanso, porque ya habían comido y tomado refresco, era
inevitable la visita al baño, las horas cercanas a las salida eran las mejores, en una ocasión, al entrar,
mientras orinaba, escuché unos gemidos silenciosos, un rítmico golpeteo que era
indicador de gente cogiendo, al esperar, mientras me lavaba las manos, vi salir
a uno de los chicos más grandes del sanitario, acomodándose el pantalón y su
verga enorme aún erecta también, sudando a mares, mirarme, sonreírme, y salir
sin lavarse, a los 30 segundos, a otro más de su mismo grupo, del mismo
sanitario, era predecible imaginar que no se estaban pasando la tarea, el segundo
ni siquiera me miró, rojo de vergüenza se salió en chinga.
Ya para ese momento iba yo por ese premio, era lindo
ubicarlo, y solo saludarlo con un gesto, el solo sonreía, mientras yo iba
haciendo camino para ser el siguiente en disfrutar esa verga deliciosa, porque
muy en el fondo sabía que algún día me lo iba a echar.
Ya con ese incidente, se hicieron más constantes mis
escapadas al baño, y ahí mismo encontré a varios compañeros, de los que solo
disfrutaban el hecho de pararse la verga y dejar que alguien más los mirara,
pero sin tocar, solo para verlos, chavos que se bajaban el pantalón para
orinar, y que aún con la trusa, dejaban ver sus culillos pubertos, obviamente,
yo no solo quería ver, así que un día de tantos, me tocó un compañero de otro
grupo, con fama de matadito, yo había llegado unos minutos antes, me disponía a
orinar en el mingitorio, en eso llegó el, después de ponerse junto a mí,
teniendo un espacio de dos metros a ambos lados, se colocó justo al lado mío,
se sacó la verga, y mientras orinábamos haciéndonos compañía, rozó mi codo, al
voltear a verlo, me sonrió, al terminar de orinar, ninguno de los dos se movió
de su lugar, y en el asunto de la sacudida de pis, se le paró, era la
comprobación de que "después de cinco sacudidas, es chaqueta”, ya que se
le había parado ,aún en su sitio, volvió a mirarme, esperando que yo diera el
segundo paso, mientras yo no sabía qué hacer, ¿ y si se la agarraba y me ponía
un putazo?, ¿ y si no le gustaba?, mi cabecita giraba a mil por hora, como
esperando hacer algo con él, hasta que se hartó, se la acomodó y salió del
baño, obvio, quedé como pendejo.
Mil veces me reproché mi estupidez, y repasé los mil
setecientos hubiera, pero en ese preciso momento no supe que hacer, y pues, ni
modo, ya habría otra ocasión, pensé.
Coincidí con algunos más en varias situaciones, hasta que
en una de ellas, me tocó un gordito mejor conocido como "gigantón",
tetazo, chistoso sin chiste, de esos gorditos muy blancos a los que se les
forman chapitas rojas con el calor, muy alto para su edad, típico niñote que
nomás no da una, pero poseedor de un cuerpo que me llamaba muchísimo la
atención, recuerdo alguna vez que nos tocó hacer pareja en educación física,
durante un ejercicio con ambos sentados con las piernas abiertas, se le rompió
el short justo en la entrepierna, dejándome ver sus huevotes dentro del calzón,
después de que solo dijera "se me salieron los huevos", muerto de la
risa, no le dio importancia, pero yo quedé fascinado con lo que vi, unos
huevazos enormes, y el bulto de su verga que aún dormida se antojaba enorme,
después de esto, algún día por fin me tocó encontrarlo en el baño, cuando entré,
dejó de hacerse la maravillosa chaqueta que se estaba haciendo en el mingitorio,
no dudé, y me puse lo más cerca que pude a él, me pude dar cuenta del enorme
animal que poseía, sujetándosela con la mano, aún quedaba libre un buen trozo,
según él, seguía orinando, pero esperó a que lo viera, solo para decirme
"dos manos, cabeza libre" muerto de la risa, yo lo miraba apendejado,
no podía dejar de hacerlo, él se dio cuenta claramente, salí de mi estupor
cuando sentí su mano en las nalgas, no le dije que no, lo dejé tocarme,
acariciar mi trasero, sentir su mano sobre mi pantalón, y aunque torpemente,
sabía lo que hacía, me acercó más hacia él, sin dejar de tocarme el culo, con
la mano derecha se la comenzó a parar de nuevo, haciéndose una deliciosa
chaqueta, "que bonitas nalguitas tienes" me dijo, no le respondí,
pero tampoco me moví, "¿me dejas verlas?" fue lo siguiente, "y
si nos cachan?" fue mi respuesta, no fue un no, fue un tal vez que a él le
sonó a "!!ya chingué !!" , así que respondió enseguida "no pasa
nada, casi no viene nadie", lo pensé por un momento, y volvió a insistir
"qué? te da miedo??", le dije que sí, pero no me iba a pasar lo mismo
que con el matado, no dije nada, me desabroché el pantalón y lo dejé caer a mis
rodillas, para que se deleitara con mi trusa apretando mis jóvenes y deliciosas
nalgas, sin dudarlo, se acercó más, igual acariciándome con una mano mientras
con la otra se chaqueteaba, quiso bajarme el calzón, pero no lo dejé, así que
se conformó con meter la mano dentro, sentía su mano recorrer mis nalgas, ver
esa estúpida sonrisa en su rostro, esa mirada de placer, eran más que
excitantes, yo también comencé a darme placer, y en un momento, me encontré
haciéndole la chaqueta, su verga no cabía en mi mano, era un animal enorme,
parado al cien, hasta que vino la siguiente petición, "me la
mamas??", le dije que no, pero no se detuvo, "nomás tantito!!",
de nuevo dije que no, pero de nuevo atacó, " chúpamela tantito, nomás métetela
a la boca, me la chupas poquito y ya!!" para ese momento pudo más mi calentura,
así que sin responderle, me puse de rodillas, solo le dije " nomás
poquito!!", sin decir agua va, me metí su verga a la boca, ese sabor, ese
aroma, esa saliva que había impregnado su verga al masturbarse
eran...deliciosas, no me costó trabajo metérmela a la boca, para ser la primera
vez que sucedía por mi gusto, era eso, me estaba gustando, ni siquiera duró
tanto, pero el muy cabrón termino en mi boca, sin avisarme, hasta que sentí el líquido
espeso y caliente en mi garganta, de principio hubo asco, pero dejé que
terminara dentro, mientras me sujetaba la cara a su pubis, pude sentir ese
temblor de sus piernas que fue aún más excitante, también terminé mientras el
gozaba entre espasmos esa venidota en mi boca.
Después de esa vez, repetimos cada vez más seguido, ya eran más las cosas que me pedía que
hiciera, lamerle los huevos, juguetear mi culo con los dedos, mamármela el a mí,
incluso una ocasión, al insistir un chingo de veces que lo dejara metérmela,
pero sólo accedí a que terminara en mis nalgas, pero sin que la metiera, hasta
que en una ocasión, ya estando súper caliente, me volvió a insistir en que me
dejara coger, y de nuevo le dije que no, hasta que de nuevo insistió, pero con
una tentadora variante, " si me dejas cogerte te doy 500 varos!!",
solo le sonreí, y jugando le dije " dame mil y va!!", lo pensó por
dos segundos, y después de un " órale wey, te doy los mil, pero me dejas
terminar adentro!!", me le quedé viendo, solo para decirle -"de
verdad me vas a dar los mil??", sin pensarlo, respondió, -!si, pero solo
si termino dentro de ti!", lo pensé 10 segundos, el me gustaba y yo a él,
tenía un pito más que sabroso, y pudo más mi calentura, así que le dije que sí,
solo que le dije que no ahí, que mejor nos fuéramos a los baños de los talleres,
que estaban más solos, porque ahí, aunque no era constante, de repente se
aparecía uno que otro meón, ni lo pensamos, nos pusimos de acuerdo para salir
al baño a la misma hora, para vernos y coger a gusto.
Esa hora previa a nuestra cita se me hizo eterna, por un
momento pensé en no ir, en que tal vez no iba a pasar, o en que no me iba a
gustar, tenía miedo de que pasara lo peor, pero fue más poderoso el instinto de
tenerlo, o que se cogiera a alguien más si yo no iba, así que entrando al
taller, después de un rato, pedí permiso para el baño, me lo dieron, salí en
chinga, aunque muerto de miedo y excitación, al entrar, no lo vi, así que lo
esperé por un momento, dediqué un momento para orinar, y fue la gloria cuando a
través del espejo jodido y sucio lo distinguí, no dijo nada, solo se abalanzó
sobre mí, se puso detrás mío , me tomo de la cintura y me acerco hacia su
cuerpo, dejándome sentir su verga ya parada dentro del pantalón, restregándose
en mis nalgas, -!pensé que no ibas a venir", le dije, a lo que solamente
respondió -"y perderme estas nalguitas??, como crees!!- me tomó de la mano
y nos metimos a uno de los sanitarios, apenas cerró la puerta, se desabrochó el
pantalón, ambos nos bajamos los calzones, tome un momento para admirarlo y en
chinga me fui a su verga, que mamé como nunca, ya sabía lo que le gustaba, así
que lamí sus inmensos y enormes huevos de arriba a abajo, chupe su verga tanto
que me encontré metiéndola por completo a mi boca, algo nuevo, porque no lo
había podido hacer porque me ganaban las arcadas por el reflejo de sentirla en
mi garganta, hasta que ya no hubo más, me levantó, y de nuevo me vi apoyando
las manos en la caja del W.C., -me dejas meterte el dedo??- preguntó, le dije
si, tras escupirse la mano, comenzó a hacer camino en mi culo, sentí esa
primera metida de dedo con dolor, pero no me moví, dejé que me gozara tanto
como yo, después de un suspiro, tome aire y después de que se acomodara,
comenzó a intentar penetrarme, me puso saliva un chingo de veces, lo intentó
otras tantas, pero nomás no lograba que me entrara, apenas y comenzaba a
entrar, me quitaba por el dolor, sentía como temblaba todo mi ser, pero quise
intentarlo una vez más, solo que me tenía lista una sorpresa, se puso de
rodillas, abrió mis nalgas y comenzó a darme lengua en el culo, la primera vez
que sentía una lengua en el hoyo, que cosa tan más deliciosa!!, que gusto!!,
que placer!!, sentía riquísimo, sentía su lengua dejarle un espacio a un dedo
que metía de poquito en poquito, tuvo que callar mis gemidos hasta que me
controlé, porque eso era grandioso, hasta que no pude más, y fui yo el que le
pidió que me la metiera, ni tardo ni perezoso, se acomodó de nuevo para
intentarlo de nuevo, tanta lengua y tanto dedo cumplieron su cometido, y fue de
lo más delicioso del mundo, ir sintiendo ese dolor, acompañado de su verga
entrando en mí, sin ser brusco, moviéndose despacio, dejándome sentir cada centímetro
de su sabroso animal, me dolía como la chingada, pero me aguanté, hasta que por
fin logró meterla toda, en ningún momento fue brusco, al contrario, conforme la
iba metiendo me preguntaba si estaba bien, paraba cuando notaba que me dolía
mucho, y seguía metiéndomela sin prisa, despacio, tan rico que yo fui quien le
pidió más, que me la metiera más duro, y así lo hizo, ese chocar de cuerpos,
sus manotas en mi cintura empujándome hacia él, hasta que por fin, después de
un rato terminó, sin sacármela, sentí como después de una última estocada se estremecía,
y como temblaban sus piernas, tras un gruñido ahogado, se quedó con la cara en
mi nuca, resoplando, repitiendo !puta madre, que rico!!" me la sacó, y yo
sentí escurrir sus mocos en mis nalgas, -no te levantes!", me dijo, -límpiate
primero porque si no te vas a manchar!", así lo hice, el sacó del bolsillo
de su pantalón dos papeles, me dio uno y el otro con el que se limpió la verga,
yo limpié mi culo que ardía con el otro, al incorporarme, me di cuenta de que
me dolía, pero era rico, se sentía diferente, se salió del baño y se fue a
lavar las manos y la verga, yo salí del W.C., para hacer lo mismo, para cuando
terminamos, se acercó de nuevo a mí, me jaló por los bolsillos del pantalón, y
me besó, no fue un beso de amor, o eso creo yo, solo fue por un instante, lo
peor del caso es que hasta ese momento, nunca nadie me había besado, sentí su
boca abierta sobre la mía, ese jugueteo de lenguas por 5 segundos, después del
beso, se apartó de mí, me regaló una sonrisa y se fue.
Me quedé un momento más, esperando que disminuyera mi
temblor de piernas y el dolor de culo, al buscar otro papel en la bolsa de mi
pantalón, me encontré con un billete de 1000 cuidadosamente doblado, lo miré y
sonreí, el wey cumplió su palabra.
No tengo que explicarles que se nos hizo vicio, ya eran
más seguido las cogidas con el grandote, y todas ellas acompañadas de dinero,
hasta que en una ocasión, me preguntó si lo haría con uno de sus amigos, que
igual me iba a dar una lana....ni lo pensé, le dije que sí, después de coger,
me dijo que la próxima semana, su amigo me iba a esperar igual en el baño...
Continuará.
Enano Perverrrssso
Febrero 2021