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Era la primera vez que te veía, no fuiste de mi total agrado, no
estás ni delgado ni gordo, estás más bien en el termino medio,
eres algo mayor, y no me di el chance de fijarme en ti.
Recuerdo que era una fiesta grande, el aniversario o algo así, ya
estaba un poco más ebrio que de costumbre, en una de mis multiples
visitas al laberinto del fauno, te vólví a ver, te estabas
cogiendo a uno de mis amigos, mentiría si dijera que no se me antojo
la forma como te lo cogías, él, estaba apoyado en la barra del
laberinto, y tú, le estabas dando una cogida antologica, gemía, se
retorcía, lo estaba disfrutando tanto!!!.
Tengo por regla no intervenir cuando es un amigo muy cercano, o de plano
los dos lo están disfrutando tanto, solo apoyaste tu mano en mi
espalda, me miraste, y seguiste cogiéndo, ni modo!, no fué mi
turno, ya será más adelante.
Pasó un rato, y yo en la barra, trataba de buscarte, para que te
fijaras en mí, saliste del laberinto, con tu boxer en la mano, aún
erecto, y me regalaste la visión de tu enorme verga, pasaste junto a
mí, me sonreiste, y seguiste tu camino hacia el baño.
Pasó un rato, y me fuí hacia el baño, no me había dado
cuenta de que aún no salías, entré, y te encontré lavandote,
por el espejo, me sonreíste, te correspondí, y dirigí la
mirada hacía tu verga, lo notaste, me dispuse a orinar, y pasaste
tras de mí, hacía el sanitario, según tú, por que no
había papel, tardé un poco, esperando que mi deseo se hiciera
realidad, me llamaste, y al voltear, me regalaste nuevamente la imagen
de tu verga, ya parada, la sujetaste con tu mano- te estaba esperando-
dijiste- , y me preguntaste agitando tu verga con la mano, -¿ te
gusta?-, claro que si!, respondí, me llamaste, y abriste la puerta
del sanitario con la mano, me invitaste a entrar, no lo pensé dos
veces, entramos, cerraste la puerta, y me comenzaste a besar, la forma
en que pasabas tu lengua por mi cuello, tus manos por mis nalgas,
tenías prisa, me pediste que me quitara el boxer, lo hice sin
chistar, ! mamamela un poco !, y te obedecí, comence a lamer de
arriba a abajo tu verga, tus huevos, ahí me di cuenta de que no
había calculado bien la dimensión de tu verga, estaba bastante
grande, me la metí a la boca, me costó trabajo metermela toda a la
boca, te gustó, me pediste que lo siguiera haciendo, me comenzaste a
empujar la cara hasta que tu verga estaba completamente dentro de mi
boca, comencé a jugar con mi lengua rodeando tu verga con ella dentro
de mi boca, tus gemidos me daban la pauta a seguir, y lo seguí
haciendo, pasaste tu brazo por tu espalda, y con tu mano, seguías
empujando mi cara para que tu verga entrara toda!!
Me hiciste levantar, y nos seguimos besando, me preguntaste si quería
que me la metieras, te dije que sí, - pero con una condición!- me
dijiste, te la voy a meter toda!
no hay problema- te respondí, pero toda, es t-o-d-a!, me sussurraste
al oido, nada de que te lástimo, ni mamadas de esas, una vez dentro,
no sale hasta que me venga!!! me advertiste, que dices?, si o no?
La verdad, lo pensé, tu verga es enorme, pero pudo más mi
calentura, te dije que sí, de nuevo me preguntaste, - ¿ seguro?- ,
te dije que sí.
Te puse el condón con la boca, poco a poco lo fuí desenrollando en
tu verga, esto te prendió aún más, untaste lubricante en tu
verga e hiciste lo mismo con bastante lubricante en mi culo, metías
tu dedo dentro, y me dijiste que aún estaba rico, y ahí fué
donde comenzó mi dolor!!!
Colocaste tu verga en mi ano, y poco a poco fuiste empujando, puse mi
pierna sobre el inodoro, y ya comenzaba a doler, ! ay! dije, y me
respondiste, - te lo advertí!-, y ahi va de nuevo un poco más
adentro, me dijiste - respira hondo- , lo hice, y en eso, la empujaste
completamente, entre un enorme dolor mio y un gran placer para tí, tu
verga estaba casi totalmente dentro, te comenzaste a mover, primero
lento, y después más rápido, me estaba doliendo tanto!!!,
sujetaste mi cadera, y me llevabas a tu ritmo, solo sentía tus huevos
al chocar con mis nalgas, me pediste que las abriera más con las
manos, lo hice, pero no resistí mucho tiempo, te pedí que me la
sacaras, me dijiste que no, y seguiste con el mismo ritmo.
Yo me seguía quejando, no puedo negar que me estabas dando verga de
una forma deliciosa!, pero mi dolor ya no me permitía más!!!, -
te la saco con una condición!- me dijiste nuevamente al notar mi
dolor, me la vas a mamar de nuevo, y me vas a hacer de nuevo las
maravillas que haces con tu boquita-, te dije que sí, - solo
sácala!!- te pedí,- aún no termino, me interrumpiste- y te la
voy a meter de nuevo, y si te sigue doliendo, hacemos lo mismo, te la
saco, me la mamas, y te la meto de nuevo, hasta que me venga, la
aguantas?- te dije que sí, mientras unas pequeñas lagrimas
salían de mis ojos!.
Y volvimos al principio, te la volvía a mamar, y me la metías una
vez más, ya para la tercera ocasión, mi culo ya estaba
completamente dilatado, y ahí fué cuando nos dimos lo mejor, me la
sacaste, y te sentaste en el inodoro, me pediste que me sentara en tu
verga, lo hice, y me la metiste toda nuevamente de un jalón, me
encantó la forma en que me estabas dando verga, me la sacaste
nuevamente, y me pediste que pusiera mi pierna en la caja del inodoro,
lo hice, y ahí va de nuevo! tenía ya marcadas tus manos en mi
cadera, me diste una que otra nalgada, lo disfruté tanto!!!!
De nuevo me la sacaste, y después me pediste que me arrodillara, y
que abriera más mis nalgas, tu estabas de pie, y me la metiste
nuevamente, mientras seguías un poco inclinado, me tuve que sujetar
de las paredes para no caerme de frente, poco a poco me fuíste
levantando mientras con una mano me apoyaba en la pared, con la otra me
masturbaba.
Ya para terminar, me pediste que separara mis nalgas con las dos manos,
lo hice, y ya para cuando empezaste a sentir que terminabas, me
apretaste a tu cuerpo, la sensación de asfixia y dolor, hicierón
que apretara tanto mis nalgas, y por ende mi culo, que terminaste
espectacularmente, me la sacaste, te quitaste el condón, y me pediste
que me acercara, aún tenías reservado un último chorro de
semen, que lanzaste sobre mi pecho, yo terminé también.
Salimos del baño
Me acabas de dar la cogida más deliciosa del mes!- me dijiste, me
preguntaste mi nombre, te dije Carlos, -somos tocayos!-, respondiste,
mientras te lavabas nuevamente, ahorita te veo, me dijiste.
Salí, y ya no te volví a ver, solo me dejaste el temblor de
piernas , tus maravillosas manos marcadas en mis nalgas y mi cadera, y
un delicioso dolor.
Espero volverte a encontrar, para repetir ese maravilloso momento de
sexo genial, y poderte decir que me encantas!!!
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29-02-08
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