Fue en una de tantas escapadas a un lugar de encuentros, recomendación
de un amigo, de esas noches que se dedican a una tribu en especial, la temática
de esa noche?? "noche de osos, gorditos y admiradores", tentador el
asunto, no??
Bueno, para esas lides de hacer scouting, prefiero ir solo, a veces me
divierto más teniendo libertad de acción, y esa noche no iba a ser la
excepción.
Lejitos, sí, pero al ser en día sábado, ya tarde, la ciudad más
tranquila y fácil de desplazarse, así que llegué en chinga, el nervio como
siempre a todo lo que da, con esa rara ansiedad que da el conocer un sitio
nuevo, el mismo ritual de siempre, entrar, anotarse, que te brinden tu bolsa y
tu numero para dejar e identificar tus pertenencias, como en cualquier lugar de
ese tipo.
Así que cumpliendo con el protocolo, me despojé de mi ropa, quedándome
en mis rigurosos bóxer, tomé mi número y me dirigí a mi lugar feliz, la barra,
que más que barra parecía un mostradorcillo dónde dos chavos en sus veintes
pretendían atender a los pocos hasta ese momento clientes, sin dejar de mirar
su celular.
Renuente como siempre al tema de la "barra libre", opté
por pedir otra cosa, pero no había ni siquiera cerveza, así que me tuve que
recetar una "paloma" entre sospechosa y con un leve recuerdo de trago
de secundaría cuando juntabas una lana para comprar el chupe más barato, y que
maldices al llegar al fondo azucarado de lo que pretendía ser un jarabe en tu
vaso.
Raramente, para ser noche de osos, estos eran los que brillaban por su
ausencia, uno que otro gordito con pose de diva, entre etéreas e inalcanzables,
y que tantos años en esto me dan el plus de reconocer y evitar.
Fue hasta mi tercer trago cuando llegó una pareja, uno de ellos,
ligeramente chubby, súper tatuado, ataviado con arnés y botas, suspensorio de
piel, todo el outfit genial, lo único que desentonaba, era su cabello pintado
de colores en varias capas de colores pastel, por lo demás, la pareja, llenito,
de cabello rizado, en sus veintes, con solamente un suspensorio y con un bulto
bastante simpaticón.
Se sentaron casi frente a mí, y comenzaron a charlar entre ellos,
mientras los demás que éramos 4 o 5, seguíamos esperando, algunos ensimismados
con el celular, solo moviendo un pie con la música de fondo o bebiendo como yo.
Terminé mi trago, y ya con un poco más de ganas, me di el valor para
recorrer el lugar, no sin dejar de notar que el chico leather de cabello
multicolor me dedicaba una mirada de inspección de arriba a abajo....caminé
hacia la entrada donde había visto una escalera que me llevó a la planta de
arriba, topándome con una habitación solitaria, en el centro, una cama cubierta
únicamente por una funda, y que olía a aromatizante ambiental y que siguiendo
la tradición estaba sin luz, del otro lado, había una cortina negra, entré
y me encontré con una especie de cuarto obscuro del lado derecho, donde habían
dos sillones del placer, de esos curvados que sirven para muchas cosas, y un
columpio estrátegicamente colocado al fondo del cuarto, me recosté un momento
en uno de los sillones, pensando en que esa no iba a ser la noche que yo
deseaba, pero que también la noche se encargaría de demostrarme lo contrario.
Salí de nuevo al pasillo para ver más del lugar, y al entrar al cuarto de
la entrada, noté al chico leather parado junto a la cama, lo miré y le sonreí,
pasando al cuatro del fondo, más pequeño, con otra cama y frente a él una
banca, para esperar, mirar o lo que se diera, y donde tampoco había
nadie.
Salí de nueva cuenta, y el leather estaba en el mismo sitio, yo me
recargué en la pared frente a él, mirando hacia otro lado, y en lo que pensaba
en bajar para pedir otro trago, se acercó a mí, tragué saliva y lo vi venir
hacia donde yo estaba, sin decir nada, puso su mano en mi verga, lo dejé tocar,
y el llevó mi mano a su verga, que comenzaba a pararse, seguimos sin decir
nada, mientras agarraba mis nalgas, acercándome más a él, traté de besarlo,
pero no me dejó, y mientras me tomaba por los cabellos, me hizo arrodillarme a
la altura de su verga, restregándome la cara en su entrepierna, cosa que no me
molestó, digo, ya me sé de memoria el jueguito, y sería completamente hipócrita
de mi parte el negar que me agrada bastante el trato rudo, así que decidí que
le iba a entrar.
Mientras él estaba parado frente a mí, siguió jalándome por el cabello,
no hizo otra cosa que hacer a un lado el suspensorio, de donde salió de un
brinco una verga de muy buen tamaño, -te la vas a tragar toda- me dijo
mirándome y sin soltarme del cabello- y solo respondí -ok- metiéndomela a la
boca, directamente hasta el fondo como respuesta.
Se la comencé a mamar, primero despacio, luego más rápido, y pude notar
que le fascinaba que me la metiera toda mientras la disfrutaba dentro de mi
boca con la lengua, girando mi lengua sobre la cabeza, pasándola por todos los
pliegues que encontré, escuchando desde abajo un constante -así pinche
gordito!!- mientras con una mano acercaba mi cara a su pito, la otra mano
apretaba mi hombro, y de vez en cuando se iba directo a meter la mano entre mi
bóxer para apretarme las nalgas.
Me sacó la verga de la boca, y mientras lo miraba hacia arriba,
esperando sus instrucciones, con voz firme dijo -los huevos, lame los huevos-
lo hice, no sin antes recibir un bofetón, y un jalón más de greñas, lo hice,
lamí sus huevos colgando, me los metí a la boca, primero uno, otro, de vez en
cuando recorriendo nuevamente su verga hasta la punta con la lengua, mientras
recibía otro bofetón, -los huevos dije- gritó de nuevo, y ahí voy de nuevo a
lamer por todos lados, el wey era de esos que se estremecen a gusto, que
disfrutan una buena mamada, una buena lamida, ¿ que como me di cuenta?, por la
forma en que temblaban sus piernas, y como pasaba de la caricia al golpe en
chinga.
Te encanta la verga, verdad?? -preguntó- solo asentí, quise metérmela de
nuevo a la boca y me detuvo por los cabellos, mirándome, -te la voy a meter
toda, pinche gordito... y te va a gustar- dijo, así que quítate tú calzoncito,
ponte en cuatro y ábrete de nalgas- dijo, lo obedecí, me quité el bóxer y me
subí a la cama, empinándome para recibir su verga, lo escuche esnifar un frasco
de poppers, y sentí sus dedos abriendo mis nalgas, se agachó y después de
soltarme un ruidoso escupitajo en el culo, como si fuera la marca de la casa,
sentir su verga de un jalón, que recibí contorsionando mi espalda, le valió madres
mi dolor y no la sacó, la dejó dentro unos segundos que parecieron minutos,
para después sacarla lentamente y darme uno, dos, más metidas hasta el fondo,
me quise incorporar levantándome sobre mis brazos, no me dejó, - así te quiero,
putito- así te entra toda la verga hasta dentro, porque te gusta que te metan
toda la verga, verdad pinche marrano-?? no respondí, lo dejé hacerlo las veces
que quisiera, entre empujones siguió dándole jalones a sus poppers, que en
alguna ocasión me ofreció, pero me negué a esnifar, tras varios minutos con ese
ritmo, me sacó la verga, y tomándome por el cabello, llevó mi cara hacia ella,
-parámela más- y así lo hice, me la metí a la boca, de nuevo guiado por su mano
en mi cabello, empujándomela hasta el fondo, y sin evitar de vez en cuando
ahogarme, por acto reflejo se me salió una lagrimita, cosa que notó, y
tomándome por la barbilla ( o en mi caso, por la papada!!) me miró, diciéndome
-el pinche gordito tragón se ahoga!!- trágatela toda, puto, parámela más, porque
te voy a dar verga hasta que me canse!!
Nunca le pregunté cómo pensaba el que era físicamente posible pararle
más la verga, si la sentía hasta el fondo de mi garganta, dura y firme, me
detuvo de nuevo, esperando un momento, estaba a punto de venirse me imaginé,
esperó un momento, y me hizo acostarme, con las piernas abiertas, escupiéndome
el culo nuevamente, para metérmela de nuevo, me jaló lo más que pudo a la
orilla de la cama, con el culo al aire, sujetándome por las piernas,
empujándomela hasta el fondo, con un ritmo que solo algunos cogelones
deliciosos domina, y que era más placer que dolor, mientras escuchaba el
golpeteo de su pelvis contra mis nalgas, casi al ritmo de la música trance que
sonaba en las bocinas.
Nunca supe que tiempo me estuvo cogiendo, perdí la cuenta de cuantas
veces palmeo mis muslos y mis nalgas, me tuvo abierto de piernas, me tuvo
empinado 3, 4, 5 veces, me tuvo con una pierna apoyada en la cama mientras
estábamos de pie, me hizo sentarme en su verga mientras me jaloneaba el cabello,
para terminar de nuevo en 4, abriéndome las nalgas.
-Donde los quieres? –preguntó-, ya los quieres??, donde tú quieras, le
respondí, -no- dijo nuevamente, estos culos necesitan mucha más verga, le
escuché decir mientras me jalaba los cabellos tomándome por atrás, y
acercándose a mi oído, me dijo, -te voy a dar más verga gordito- tu culito está
delicioso, y quiero que te cojas a los weyes que puedas, los vas a dejar
venirse adentro, y al rato, mi wey y yo te vamos a meter la verga bien rico-
quiero mucha leche putito, quiero batir con mi verga toda las leche que tengas
dentro, y quiero terminar dentro de ti para que mi wey te lama el culo mientras
chorreas con mi vergota dentro, estamos??- sí, le respondí.
Me la sacó, y echándose el cabello hacia atrás, se dispuso salir,
mientras yo tomaba aire sentado en la cama, me tomó la cara, yo esperaba un
beso y solo recibí un escupitajo que me obligó a tragar-nos vamos a divertir,
me dijo mientras salía.
Tengo que reconocer que lo evité el resto de la noche, fue bueno
mientras duró, pero con tanto jalón de poppers, los tragos que vi que iba
acumulando y uno que otro toque de mota, quedó en plan "muñeco
desinflado", no así su pareja, que había encontrado también con quien
divertirse, y que no me iba a perder por nada del mundo.
Enano Perverrssso
29/04/2020