Tengo cierta tendencia a no ser como los demás, me gusta pensar que eso me hace diferente, no soy de los que les gusta "el plato servido”, pero ese soy yo.... esa noche, al encontrarme con un viejo amante de ocasión, pensé en que por lo menos una cogidita si la tendría garantizada, y tras un rato de andar de aquí para allá, al fin coincidimos, hacía mucho tiempo que no teníamos nada, y tras varios años de encontrarnos y darnos cariño cada vez que nos encontrábamos, fue casi imposible el no recordar viejos tiempos, esperó paciente a que me terminara mi cigarro, y tras una sonrisa de complicidad, de esas que dicen: "métemela toda", lo seguí a uno de los espacios del lugar, en ese momento con solo dos parejas fajando, al estar apartado, y estar más tranquilo, se presta al arrumaco de los que buscan un buen cachondeo pre-cogedera, siguiendo la tradición, ya me esperaba sentado con las piernas abiertas, al verme me jaló hacia él, para de inmediato comenzar con el besuqueo, que correspondí con el gusto que dan los reencuentros, y aunque ya se me había olvidado su forma de besar, el sí tenía en la mente como me gustaban los besos, su forma magistral de poco a poco bajarme el bóxer, esas manotas acariciando mis nalgas, y el gusto que me daba como metía poco a poco un dedo en mi culo, para después dármelo a chupar, alternándonos para regresarlo un poco más y más profundo, mientras yo jadeaba pegado a su cuello, pasamos un largo rato dándonos besos, dedos y mordidas, hasta que fue inevitable el momento de llevarme su verga a la boca, recordaba que le gusta cómo voy lamiendo su pecho, morder despacio sus tetillas, ir recorriendo su torso que para mi gusto ya se convirtió en una pancita siempre peluda y deliciosa, hasta llegar a su verga que tal como la recordaba, era de tamaño normal, pero con la benevolencia de ser gruesa y un poco curvada, solo esperé un beso más para meterme su trozo a la boca, sus jadeos leves me hicieron saber que todo iba bien, y gozaba de más el hecho de llevarme su verga hasta el fondo, jugueteando con mi lengua con su cabezota rica, que ya comenzaba a soltar su liquido delicioso, jadeando al cien cuando me puse sus piernas en los hombros para llegar más allá de sus huevos que lamí y metí a mi boca con pasión, solos en la banca que habíamos encontrado, alejados de las otras parejas, nos estábamos gozando rico, hasta que su verga ya parada por completo tuvo urgencia de entrar en mí, enseguida, solo fue levantarse, colocarse detrás mío, dejándome empinado para propinarme una lamida de culo deliciosa acompañada claro está, de uno o dos dedos para abrirme y recibirlo, ya puesto de pie, me la dejó ir poco a poco, su calibre grueso hacía un poco difícil al asunto, pero se las ingenió para dejarla ir de golpe y hasta el fondo, aprovechando la arcada de dolor, y sin sacármela, para esperar solo un momento para comenzar el rico mete y saca de su verga, sintiendo las embestidas ricas que me daba, ese golpeteo de nalgas contra muslos, y como me abría el culo!!, eso era más que genial, fue inevitable que algunos otros se animaran a coger con sus respectivos, mientras nosotros marcamos la pauta en el concierto de gemidos que apenas comenzaba, tras un rato, me puso boca arriba, poniéndose mis piernas en los hombros, para seguir cogiendo rico, el sentir de nuevo su verga al entrar en mi culo ansioso fue sublime, sentir como su verga se abría paso para entrar, el o mirar su cara sonriéndome siempre con esa mirada de lujuria gusto y pasión, disfrutando de nuevo el apretón de mi culo dándole la bienvenida, y los infaltables besos violentos, dejándome sentir su barba por toda la cara, hasta encontrar de nuevo mi boca y besarme rico.
Para esto, ya un tercero nos acechaba, chavito, de cuerpo mediano, de carita simpática y buena nalga, se fue acercando a nosotros, primero tocando mi pecho, mirando al oso, lo llevé sin más a su boca, y el oso lo comenzó a besar con pasión, yendo de su boca a mi pecho, hasta que se puso de lado para comenzar a mamar mi verga mientras el oso se deleitaba con los empujones salvajes, hasta que se acercó a mi cara, para también besarme y acomodarse a modo de que mi oso también se lo cogiera, pero siendo tan perversotes los dos, lo hicimos que se pusiera en cuclillas a mamar la verga de ambos, el pinche escuincle sabía lo que hacía, y la neta mamaba muy rico, hasta que yo tomé la iniciativa de empinarlo mientras el oso se sentaba en la banca con las piernas abiertas recibiendo la mamada del chavo, yo tenía su culito expuesto frente a mí, así que lo abrí un poco más sus piernas, y me metí entre sus nalgas, lamiendo ese hoyito rico y cerradito,, mordiéndole sus firmes nalgas que recibieron varias nalgadas y palmadas de mi parte, mientras lo hacía volar con mi lengua en su culito ansioso, le fui alternando mi lengua y uno o dos dedos a su agujerito, mientras me regresaba un rico quejido de dolor, mientras el oso se dejaba mamar, hasta que no pude más y me puse de pie, tras él, y después de dedicarle un salivazo abundante, se la metí, primero poco a poco, mientras me apretaba rico al ir entrando, hasta que ya no hubo más culo que penetrar, me encontré dándole verga delicioso, duro y tupido como me gusta, y el chaval sin dejar de mamar al oso se dejaba coger, disfrutando los empujones que le propinaba, solo sentía como levantaba sus piernas con cada embestida, raro verme de activo, pero este cabroncito se lo ganó, aun sin terminar, le pase el turno al oso, pero para mi sorpresa, él se puso tras de mi mientras yo me cogía al chavo, y sin más, me la dejó ir quedando en medio de los dos, yo cogiéndome al chavo y el oso a mí, eso estaba más que delicioso, enseguida agarramos el ritmo del meter y saca, pero no iba yo a dejar que el oso se quedara sin probar esta cosita tan rica, así que me detuve para cederle el turno , no lo pensó dos veces, se la metió sin piedad, fue excitante ver como se la metía, al ser mucho más gruesa que la mía, lo estaba haciendo quejarse de forma ruidosa, así que ocupe el lugar del oso frente a su cara, para que me la mamara de nuevo, lo hizo de forma magistral, y mientras yo lo tomaba por los cabellos para llevarlo de arriba a abajo de mi verga, el oso le daba de nalgadas ricas, mientras del lado izquierdo un chavo flaco se acariciaba la verga excitado con la imagen, de nuevo fue mi turno de cogérmelo, así que lo pudimos acostado con las piernas abiertas, y de nuevo fue gozar su culo, ya más abierto, pero igual de apretado, duré cogiéndomelo por un buen rato, hasta que el oso me hizo acostarme ahora a mí en la banca, para cogerme de la misma forma, con las piernas abiertas y el culo expuesto, mientras el chaval esperaba de nuevo acostado junto a nosotros, ya el flaco que nos miraba estaba de pie viendo cómo me cogían, el chavo se abrió de piernas frente a él, pero no se acercó, esperó paciente que el oso me la sacara, para sin perder un instante meterse entre mis piernas, verga grande, larga y dura de un cuate de no más de 30, fue rico sentir la primer estocada, mientras el oso ya se cogía de nuevo al chaval, solo fue voltear nuestras caras para besarnos, recibiendo ambos la cogida que nos estaban brindando, hasta que de nuevo hubo un cambio, el flaco se quita de mí para metérsela al oso, que nunca dijo no, y yo de nuevo al chaval, y ahí vamos de nuevo, hasta que un quinto se acercó detrás de mí, para aplicarme la misma del oso, yo cogiéndome al chavito, y el otro cuate cogiéndome rico a mí, pero este más enjundioso, dando nalgadas a diestra y siniestra, hasta que de nuevo hicimos cambio, ahora los dos flacos cogiéndome, alternándose mi culo abierto, el oso y el chaval, entregados a una mamada regia observando divertidos como se agitaban mis pies en aire mientras me la metía duro y después de cambiar de nuevo, le mamé la verga al flaco grandote, que después de cogerme estaba con la verga erecta aún al cien, gozando mis lamidas de huevos, mientras el otro me daba duro, hasta que no pudo más, el primero en venirse fue el flaco en mi boca, nunca me la saque hasta que me dejara la última gota de mecos en la garganta, y estando en eso, siento las contracciones fuertes del otro, que terminaba en mi culo, empujándome su vergota lo más que podía y terminar rico.
El oso y el chaval ya estaban terminando para cuando me quise incorporar, no sin antes uno más no perdiera oportunidad de metérmela, y cómo vas chiquito!!, rica, grande, gruesa, verga de chacal delicioso y caliente, que gozaba el batirme la leche que tenía dentro por un largo rato, ya para cuando se salieron, yo seguía de patas abiertas siendo cogido por este cabronazo, pero no tardo demasiado en venirse también adentro, mientras yo sentía la escurridera de mocos entre mis nalgas, al terminar, me dejó con las piernas abiertas, metiéndome tres dedotes en el culo mientras me masturbaba hasta terminar.
Lo dije y lo reitero, no me gusta el plato servido, pero esta vez me encontré con 4 a los que les encanta el plato servido, las piernas abiertas y un culo ansioso por dejarse coger, y hay que aprovechar la ocasión, y la neta, que rico, no??
Enano Perverrrssso
Enero 2022
No hay comentarios:
Publicar un comentario