He dejado más que claro que mi lugar favorito en el mundo mundial (como si viajara mucho la loca!!) es Puerto Vallarta, por muchisimas cosas, el lugar, el ambiente el conjunto completo de clima, personas y putería son lo necesario para mi.
Como casi todos los años, exceptuando la pandemia, me largue a vacacionar en septiembre, después de varias situaciones pesadas en mi vida, di un bajón bastante significativo de peso, ya no me encontraba siendo el gordito sabroso que siempre fui, y ya estaba comenzando a tener ciertos pedos mentales con respecto a mi físico, la edad, y mi autoestima me estaba comenzando a jugar chueco, y fue este viaje el que me regresó lo que yo pensaba que había perdido.
El infaltable rato en la playa, regresar a mi paraíso, ver y dejarme ver, fantasear un poco con los cuerpos y con la gente en la playa, agradecí el que hubiera tanto madurito ese primer día, el infaltable coqueteo con los vecinos de palapa, varios como yo que encuentran en la playa, el sol, un buen libro, un cigarro y un chupe todo lo que se necesita para ser felices.
Dejé que el sol hiciera su chamba, repitiendo la rutina de ponerme happy para largarme a caminar después, pasar a comer algo, e irme a otro de mis sitios favoritos, el adorable Spartacus, subir esas escaleras sin saber qué cosa nueva se va a encontrar justifica el asunto de que ya están medio pasaditos con el cover, no fue hasta que dejé mis cosas y desnudito me di un baño frío delicioso, no había mucha gente, uno que otro por ahí, así que me fui a la terraza donde tuve que lidiar con un barman jeton, que más a huevo que de ganas atendía a los que andábamos por ahí, hay veces que se entablan buenas platicas con ellos, pero esta vez no era esa, así que me fumé un cigarro, bebí rápidamente una cerveza y me largué al piso medio del antro.
Algunas mejoras, algunos sitios obscuros más, una o dos parejas gozándose pero nada que valiera la pena para mis gustos, bajé de nuevo al área de las regaderas, donde noté a un señor madurito, americano, ya entrado en sus 70´s, bastante a gusto para mi, observándome, haciendo gala de mis artimañas ligadoras, me quité la toalla, para que me viera completo, desnudo, me dio una escaneada más, pero en cuanto se percato que lo miraba yo también, sin poder ocultar su nervio, se retiro de volada.
A lo mejor no era el momento, así que me quedé por un rato el el jacuzzi, donde llegó una pareja que se comía a besos, y que sin más se puso a coger delante de mí, delgados ambos, no hubo mucho que hacer, así que me fui de ahí para no estorbar.
Subí una vez más a la terraza, una cerveza más y más desinhibido, bajé de nuevo al área de los cuartos obscuros, uno que otro deambulaba por ahí, sin pelarme, y aunque me senté cerca de la puerta, era el desfile de gente buscando a Rocco Steele, por que nada les llamaba la atención, por un momento pensé que era, yo, y ya mis demonios comenzaban a susurrarme cosas negativas, cuando de nuevo vi entrar al madurito, me vio y siguió de frente hasta el fondo del pasillo, pero algo me hizo quedarme en mi sitio, hasta que volvió a mi, sin decir nada, se acercó, parándose justo frente a mi, un tipo alto, buen cuerpo, y aunque el tiempo ya estaba haciendo su chamba, conservaba su altura intacta, casi 1.90, que contra mi 1.70 era descomunal, se acercó lo más que pudo, me levantó la cara, y me besó, fue un beso delicioso, nada de apuro, solo el besarme, dejando que sus manos se fueran al sitio que se les pegara la gana, y haciendo que me levantara, mientras el se inclinaba para besarme, me volteó hacia el, pegando su cuerpo al mio, y con una habilidad admirable, me quitó la toalla sin dejar de tocarme mientras me besaba la nuca y el cuello, mordiéndome despacio, busqué su boca de nuevo, pero me dio la sorpresa al ponerse de rodillas y meterse mi verga a la boca, el cabrón era un maestro mamando, pero ambos queríamos mas, me tomo de la mano y poco a poco me llevó a uno de los espacios que tienen una especie de cama, donde me senté en el borde, mientras el me levantaba las piernas, le ayude sosteniéndolas abiertas, esperando boca, verga o lo que se le ocurriera. y así, abierto de par en par, lo dejé lamer mi entrepierna, los huevos, su lengua recorriendo desde mi culo a mi verga y de regreso, abriéndome las nalgas para gozar mi hoyo caliente, hasta que se detuvo, al quedar frente a él, me di cuenta por encima de su toalla de que estaba muy bien dotado, así que lo tomé por la toalla, jalándola para quitársela, y al caer, dejar escapar una verga deliciosa de casi 24 centímetros aún sin pararse por completo, sonriendo, me llevó la cara a su verga, que metí a mi boca por completo, apretándola con los labios para que llevarla a su punto máximo, larga y ancha, tal como me encantan, comenzó a crecer aún más dentro de mi boca, mi lengua rodeando ese pitote enorme y delicioso que olía a limpio, dejé que me empujara la cara por completo para tenerla toda dentro, mientras el me miraba complacido por mi buena chamba, y claro que le apliqué la misma técnica que utilizó conmigo, lamí sus huevos, uno y luego otro, alternando huevos y verga en mi boca, le di unas leves mordidas en las ingles que lo hicieron estremecer, ya su verga había ganado casi unos 4 centímetros más de largo, y el ancho era tan delicioso que apenas me cabía en la boca, sin importarme un carajo, seguí mamando feliz ese rifle delicioso, hasta que por fin habló, solo para preguntar: ¿quieres coger conmigo?, dije que si de inmediato, me dio un beso y me miró preocupado, solo para decir -si te cabe?-, pues lo intentamos!! respondí sin saber en lo que me estaba metiendo, solo se limitó a agacharse a mi culo, lamerlo de nuevo, dejándome gozar esa lengua de maestro, y tras escupirme el culo, acercarse lo más que pudo al mueble, donde acostado boca arriba y ya con las piernas abiertas, me dispuse a recibirlo , sujetando su vergota con una mano me la puso en el hoyo, al entrar la punta, dolió, por el dolor de inmediato me levanté, mientras el sostenía su verga parada con una mano, esperando a que se me pasara el dolor,me recuesto de nuevo, misma posición y ahí voy de nuevo, la fue metiendo de poco a poco, mis piernas tensas, y mi cabeza echada atrás, mientras me mordía los labios gozando como entraba cada centímetro, sin decir más, me comenzó a penetrar más duro, sujetándome por los tobillos, me abrió las piernas lo más que se podía, ya casi con la mitad de su verga dentro, me pregunto que si quería continuar, de nuevo dije que sí, así que solo se limitó a empujármela toda dentro, una mezcla de placer y dolor se apoderó de mi, pero no me la sacó, al contrario, comenzó a moverse más rápido, complacido con mis gemidos, ese delicioso placer que da cuando te la sacan y la vuelven a meter, acompañado de un poco de saliva para lubricar, el señor me estaba gozando de lo lindo, sonriendo mientras me miraba, de nuevo me la sacó, solo para ponerme en 4, y después de subirse a la cama, dejármela ir de nuevo, ahora empinado con la cara pegada a la cama y el culo apuntando al cielo por un largo rato, hasta que sus rodillas no dieron mas, así que se acostó boca arriba, dejándome maravillado con su pitote parado, todavía nos aventamos un 69 delicioso, para que después me hiciera sentarme en su cara, esa lengua ensalivando mi culo, sentir como lamia mi culo adolorido y me hacía gozar, hasta que de nuevo y si dudarlo, me monté sobre el, metiéndome toda su verga de un senton, me moví de arriba abajo mientras el me miraba complacido, con toda su verga dentro me comencé a mover de atrás hacia adelante, dejando nada fuera de mi culo, y aunque el culo me dolía, lo hice y me hizo gozar cada embestida, hasta que por fin llegó el momento de que terminara, vi su cara contraerse, y mientras cerraba los ojos, apreté lo más que pude el culo para que no se me escapara nada de sus mecos, sentí como su cuerpo se tensaba, sosteniéndome con sus manos entrelazadas con las mías, me eché para atrás, hasta que después de varias muecas y estocadas violentas, me dejara todo su semen dentro, al agacharme a besarlo, sentí como se deslizaban su mecos fuera de mi culo, nos quedamos así por un rato más, yo recostado en su pecho, llevando un dedo a mi culo, tomó un poco de sus mecos y los llevo a mi boca, la cereza del pastel, o de la batida de leche que me acababa de dar.
Al levantarse, se despidió de mi, y con un español divino, solo me dijo:-que putito tan rico!!-
Que rico es encontrarse con la misma calentura y con la misma pasión donde me vuelvo a dar cuenta que hay dolores que no dejan rencor...y lo que me faltaba!!
Continuará.
Enano Perverrrssso
Enero 2023
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