Después de preguntarme si le entraba a todo, y de haber tenido su verga en mi mano, supe que esa iba a ser una noche genial, nos encontramos en uno de tantos lugares de encuentro, el, delgado, alto, unas piernas largas y lampiñas, y aunque lo noté atontado, deduje el por que luego de ver a varios más que muchos metiéndose poppers, fumando mota, y los más echados a perder, inhalando mierda con el continuo flash de los encendedores, chingándose sus "Foco krispis".
Hasta ese momento, se me hizo raro que fuera yo al que se acercara, independientemente de que ya varios cogian en grupo y varios más en parejas, repartidos entre los cuatro cuartos "acondicionados", uno con dos camas, otro solo con dos colchones tirados en el piso, uno más con solo un sillón de placer y el último solo con un desmadrado sillón dónde se acostumbra coger, descansar, fumar, drogarse, etc.
Seguimos parados fajando entre la penumbra, ese delicioso gusto de adaptarse a la falta de luz y descubrir montones de gente cogiendo, abriendo las piernas, empinados, y la gozosa música que se genera entre el chocar de cuerpos, nalgadas y gemidos.
El cuate besaba muy bien, de los que te lamen el cuello, intentan morder, y demás, después de que hiciera dos intentos de ponerme de rodillas para mamar su trozote, que no me dejó concretar, pensé que solo iba a ser un faje, yo más que acostumbrado a esas sorpresas, le seguí el juego, no sin antes fijarme en un cuate que nos miraba recargado en la pared de enfrente, desnudo totalmente, acariciándose la verga, que se le iba parando poco a poco, a este maestro tampoco se le había escapado notarlo, así que con un gesto de la mano de mi galán en turno, el cuate se acercó a nosotros, el primero tomó mi cara entre sus manos y me besó, en lo que el segundo se ponía detrás mio, y me besaba el cuello, para esto los dos eran más altos que yo, el segundo era un poco más llenito, se notaba su pancita rica en mi espalda, mientras me besaba la nuca y el otro se inclinaba un poco para seguir mordiéndome el cuello, el segundo me tomó de los cabellos, echando mi cabeza hacia atrás, y entre los dos se repartían mi cuello, alternando los lados, yo que para este momento ya me hubiera quitado los calzones, seguía con ellos puestos, pero eso cambiaría en un momento.
El faje de tres seguía estando delicioso, pero por más que pegaba las nalgas a la verga numero dos, no conseguía que arrancara la acción, hasta que caí en cuenta que así les gustaba, y después de batear a dos o tres que se habían acercado para tocar o meterse entre los tres, sin conseguirlo, después de varios intentos y algunos necios más, nos fuimos hacía uno de los cuartos, donde solamente se encontraba una pareja cogiendo de lo lindo, me llevaron a la cama que estaba disponible, el tres se sentó en ella, dejándome de pie, mientras el uno me seguía besando, ya más entrado, unos besos de lengua deliciosos, me mordía los labios de vez en cuando, mientras yo sentía toda esa pasión rica, hasta que sentí como el tercero me bajaba el bóxer de un jalón, al agacharme para quitármelos por completo, quedé empinado hacia el, no me dejó levantarme, de inmediato sentí su cara entre mis nalgas, solo que al estar más chaparro que ellos, le costaba trabajo, así que se deslizó al filo de la cama, y poniéndose en cuclillas, comenzó a hurgar con su lengua mi culo ansioso de verga, el tipo todo un maestro lamia cada pliegue de mi culo, abriéndome de a poco las nalgas, raspándome con su poca barba, y haciéndome gozar, el primero me quitó el bóxer por completo, y yo, acostumbrado a ponerlo a modo de pulsera en mi muñeca para no perderlo, vi como era el el que se lo ponía en el cuello, se quitaba el suyo y se lo enredaba en la muñeca, dejando salir una verga bastante suculenta, el era más moreno que yo, y el otro, blanco, sin pensarlo más me metí su verga a la boca, y el se acercó más para que meterla hasta el fondo, la sentí llegar hasta mi garganta, no me la saqué, deje que me tomara por la nuca y me empujara hacia el, mientras el otro se deleitaba y me deleitaba el hoyo con su lengua, haciendo círculos alrededor del hoyo, y hasta siendo más audaz y llegar a mi entrepierna que lamía con placer, estuvimos así por un rato, y aunque yo intentaba gemir, no lo podía hacer por tener la verga del moreno hasta el fondo, así que solo dejaba escapar los gemidos ahogados, acompañados de los sonidos de gusto que el tercero dejaba salir.
De nuevo seguimos así por un rato, yo mamando verga mientras el otro seguía chupando mi culo, de repente, el que estaba en mis nalgas se levantó, y me puso sobre la cama, haciéndome ponerme boca arriba, con la variante de que ahora el se pasaba del otro lado de la cama, arrimándome su verga también de muy buen tamaño en la boca mientras se sentaba en mi cara, yo esperaba el momento clásico de sentir mis piernas abiertas, y lo tuve, solo que no recibí una verga, ahora era el moreno el que se metía entre mis piernas, llevando su lengua de mi culo a mis huevos, lamiéndolos por completo, como si fuera mi culo una enorme paleta de placer, abriéndome un poquito más las piernas para morder y lamer cada una de mis ingles, mientras yo temblaba de placer, sin dejar ni por un momento que se me escapara la verga que yo mamaba moviendo el cuello de arriba a abajo oliendo y esnifando el aroma de la entrepierna del wero, por un momento, me la saqué de la boca, y como pude le di una muestra de que yo también sabía mover la lengua, al sentirlo, se levantó un poco, se inclinó hacia adelante encima de mí, apoyado solo con una mano, y con la otra se abrió las nalgas, ni siquiera lo dudé, fui de inmediato a su culo rodeado de pelos, y que tenía esa rara mezcla de aroma a jabón y sudor que es embriagante, me posesioné de su culo, se lo lamí un chingo de veces, mientras el moreno hacía lo mismo conmigo, sin dejarme bajar las piernas, me las sostenía y yo hacía lo mismo, el wero se fué haciendo hacia adelante, sin dejar de poner el culo en mi cara, hasta que consiguió meterse mi verga en la boca, y sin más me la comenzó a mamar en un 69 delicioso, y yo recibiendo lengua en el culo también, si así estaba el comienzo, no me quería imaginar lo que seguía.
Seguimos mamando culo por un rato, era delicioso sentir las gotas de sudor del wero que le escurrían de la espalda recorriéndole las nalgas hasta llegar a mi cara, mientras yo me apoderaba de su verga en mi boca, atragantandome rico con ella, hasta que ya no sentí al moreno en mi culo, ahora el se ponía detrás del wero, que lo esperaba encima de mi y gozando del 69, vi como abría sus nalgas, y después de un salivazo, se la dejaba ir delicioso, el wero solo se detuvo por varios momentos para recibir al moreno, en lo que yo tenía su verga en la boca, y con una vista envidiable, pude ver como le entraba la verga del moreno hasta el fondo, hasta que por fin se costumbró al calibre, y la empezó a gozar bien rico.
Yo tenía las piernas colgando del otro lado de la cama, y no sé si me crean o no, pero por lo menos a mi, estos numerazos me ponen a mil, y aunque procuro no interrumpir, la mayoría de las veces me pasa que alguno más se anexa, y esta no iba a ser la excepción, dicen que de ver, se antoja, y si, a alguien mas se le antojó, cabe decir que ni siquiera lo vi, solo sentí unos dedos juguetones en mi culo, deslizándose rico hasta mi culo, ni siquiera me detuve a ver quien era, para el caso, era eso lo que me faltaba, ya tenía la verga del wero cogiéndome por la boca, y el sobre mi gozando un perfecto 69, acompañando su llegada a mi garganta con cada embestida que le propinaba el moreno, solo me faltaba otra buena verga para estar completo.
El nuevo me dejó sentir sus dedos, y el cabrón tuvo el merito de metermelos de uno por uno, uno, dos, luego tres, que ya me dejó ir más duro, abriéndome rico, los tres ni siquiera nos detuvimos, solo hasta que llegó en momento en que el nuevo me levantó las piernas y las puso en sus hombros, para metermela de chingadazo, sin piedad, me saqué la verga del wero para quejarme, pero de inmediato me la metió de nuevo, también sintiendo como el moreno se lo cogía mas duro y más profundo, nos detuvimos el wero y y yo para sacarnos la verga de nuestras bocas por un momento, para quejarnos rico, y al fin pude ver al que me la metía, un cuate en sus treintas, bigotón, de pecho peludo que me cogía hasta el fondo, el wero se quitó de encima de mi para acostarse también boca abajo, y quedar como yo, con las piernas abiertas junto a mi, para recibir al moreno, que le seguía dando duro, y el bigotón ya sin el peso de mi wero encima, aprovechó para abrirme las piernas, y jalarme al filo de la cama, moviéndose delicioso, y aunque por momentos me la metía durísimo, lo compenzaba moviendo de un lado a otro su verga dentro de mi, que gocé más que duro, gimiendo y quejándome por un momento, para dejarme llevar y pedirle varios: -más duro cabrón!!- sin dudarlo, el bigotón me lo concedió, y me la dejó ir más y más duro, chocando su pubis tapizado de pelos en mi entrepierna, y de nuevo, el factor sorpresa, el wero se levantó, se puso en cuatro sobre la cama junto a mi, ofreciéndole el culo al bigotón, y este, ni tardo ni perezoso, me la sacó para metersela al wero, yo pensé que ya se me había acabado la diversión, me quise levantar, pero el moreno no me dejó, me aventó hacia atrás, levantó mis piernas y me la metió sin esperar ni un momento, aunque ya tenía el culo bien dilatado por los movimientos del bigotón, el moreno la tenía más larga, así que también se sentía deliciosa, me tomó por las piernas, y me dobló ambas piernas cruzadas en su pecho, jalándome al filo de la cama, yo sentía como me estaba cogiendo el alma, era delicioso como hacía lo posible por acercarme su boca y besarme mientras yo sentía llegar su verga hasta el fondo de mi, y de nuevo vino un cambio, después de toquetearle el culo el bigotón al moreno, este también quiso su parte de verga, así que ahora era el moreno el que quedó empinado para recibir al bigotón, mientras yo descansaba mis piernas por solo un momento que no duró al ver al wero ponerse entre mi, abrirme de piernas, colocarlas igual que el bigotón, cruzadas en su pecho y comenzar a cogerme.
Ni siquiera recuerdo cuanto tiempo duramos cogiendo, solo recuerdo que por el wero, el moreno y por mi, pasamos los tres, por que despues de que me cogiera y despues me la mamara yo también me cogí al wero, lo empiné sobre la cama, hasta irme dejando caer sobre su espalda mojada por el sudor, solo moviéndome arriba y abajo dejándosela ir y aunque ya a ambos nos habían penetrado, seguia apretando rico, gozando mis ganas de coger, cuando sentí de nuevo una verga en mi culo, era un tipo nuevo el que se anexaba, flaco, alto, muy palido, de verga larga,que habilmente se había acostado también sobre mi, y que aprovechando que yo me cogía al wero, se acomodó para meter su verga, dejando que yo hiciera parte de la chamba, mientras este me cogía durisimo, gozando el golpeteo de su cuerpo contra el mio, y mientras el bigotón se paraba del lado de la cama frente al wero y yo, que nos alternábamos para mamar su verga, el moreno, se acomodó a manera de seguir lamiendo huevos y culos, era delicioso sentir su lengua en mi culo mientras seguía cogiendo, una lamida de huevos al wero, y también al nuevo, que supo recibir todo ese placer de tenerme abiertisimo, lo que aprovechó para meterme la verga, sujetarme con el brazo en mi cuello gozando nuestros quejidos, los jadeos de placer, ya para eso, el bigotón ya no aguantó la mamada doble que le dabamos el wero y yo, y terminó entre nuestras bocas y caras, el nuevo esperó a que terminara y con los dedos iba llevando los mecos de nuestras mejillas a nuestras bocas, mientras se los lamiamos de gusto, yo terminé dentro del wero, y el nuevo dentro de mi, y el moreno....ese cabrón espero las dos venidas hasta que las sacamos, para lamer todo el semen que había quedado fuera, no le importó que estuvieramos sensibles por las venidas, lamió mi verga, la del nuevo, mi culo y el del wero, chupando cada gota de mecos que nos habíamos regalado.
A veces es cuestión de suerte, a veces es cosa de que se junten las calenturas, algunos me preguntan los sitios que frecuento, en este caso, solo tuve dos o tres experiencias buenas, fué en un lugar que estaba por la colonia álamos, y que se promocionaba como el verdugo, que pasó de ser un lugar de sexo rudo a ser la cueva para chacales más ávidos de vicio que de sexo, cada quién sus adicciones, en mi caso, soy más adicto al sexo que a ponerme idiota con algo que no me va a permitir gozar, ni que me gocen como me gusta.
Enano perverrrssso
Enero 2021
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