martes, 5 de enero de 2021

Valiéndote madre


No es el lugar perfecto para encontrar lo que te gusta, y aunque odias reconocerlo, descubriste hace un tiempo tu gusto por los gordos, nada de carne de más ni grandes panzas, lo tuyo es algo término medio, un putito pasado de peso, alguna Michelin en la cintura, y unas nalgas ricas, siendo más selectivo, un buen culo que te apriete la verga rico y que se deje hacer lo que tu desees, siempre pensaste que eras un caso raro, con tu tipo de cuerpo podrías tener al cabrón que quisieras, tienes un buen cuerpo, alguien muy guapo, en el lugar, abundan los chavitos, chacales, pero en su mayoría y para tu descontento, esos putos no te llaman la atención, es más, lo has intentado y ni siquiera se te para, ni pedo, ni drogado, no, no resulta igual, te gustan esas nalguitas redondas, esas piernas sabrosas recargadas en tus hombros, pero sabes que tienes un problema, te gusta dominar de más.

Para variar, la horda de putos flacos que no toleras, después de desnudarte y quedarte solo con tu suspensorio de la suerte, pides y te tomas una cerveza con calma, enciendes un cigarro y esperas, mientras discretamente observas a tu alrededor, la mayoría chavos muy jóvenes en un ir y venir de los cuartos al baño o a la barra, encuentras algunas miradas en ti, es imposible no caer en cuenta que te miran, uno que otro más audaz se pasa la lengua por los labios, uno que otro por ahí que se encuentra acompañado susurra discretamente algo a su acompañante, no haces caso, sigues disfrutando tu cerveza y el humo del cigarro consigue calmar tu ansiedad, uno más aventado se acerca y te pregunta si se puede sentar, delgado, guapo, muy afeminado, no, respondes, y el tipo se va.

Ves pasar a un gordito, guapo, un cachorro de oso, de buena sonrisa, ya chingué piensas para ti, te es imposible voltear a mirarlo, pero la vista de su trasero no te gusta, mucha espalda, mucha pierna, pero nada de nalgas, no, no era él.

Terminas tu cigarro a la par de tu cerveza, no eres cualquier gato, así que rebelándote a la mala educación de los demás, tiras tu lata en el cesto de basura, apagas tu cigarro y haces lo mismo con la colilla, te molestan estos tipos que piensan que un cover te libera de ser educado o limpio.

Caminas hacia el fondo, el lugar tiene varios pasillos, cuartos y lugares donde esta fauna se divierte, pasas al primer cuarto, el infaltable cuarto con algunos muebles colocados para cumplir con su función de ser el lugar donde se va a coger, solo hay dos parejas y uno que otro solitario jugando con sus vergas, ni siquiera uno solo se acerca a tu gusto, son guapos algunos, no se puede negar, pero tu buscas otra cosa.

Entra uno más y se acerca a ti, de forma nada sutil, pasa su mano por tu verga, lo evades, insiste, le quitas la mano, y sales del cuarto, alcanzas a escuchar un -pinche mono mamón- no haces caso y te diriges a otro de los cuartos.

Así en uno y otro y otro más, el último es más insoportable, cabrones cogiendo y mamando sin freno, altos, guapos de buenas vergas y de culos sensacionales, pero ninguno tiene lo que tu buscas, te quitas como puedes manos de la verga y de las nalgas, al abrirte paso entre ellos, mientras te acostumbras a la oscuridad del cuarto, ves al osito que llamó tu atención hace un rato, empinado en el rincón, recibiendo verga de un flaco que se lo coge por algunos minutos, para después sacarle la verga y dejarlo empinado para irse tras de otro flaco que se empina al verlo, el oso te observa y se empina ofreciéndote su culo, puede ser lo único que tengas hoy, así que te acercas, el tipo se empina, pero no te gusta así, te acercas, y lo levantas, lo acercas a ti, y le besas el cuello, el oso se deja hacer, te deja que le recorras el cuello con la lengua, pero a ti te gusta el juego bien llevado, te gusta fajar, besar, acariciar, que te la mamen, que se ganen tu verga con una buena lengua, el oso se acerca a tu oído solo para decirte -métemela!!-...valió madre, se le acabó el poco encanto, lo dejas así como está, no, tampoco es el, ni pedo, así que te sales del cuarto.

Regresas a la mesa que tenías cuando llegaste, pasa el mal momento con el primer trago de cerveza y la calada de cigarro, no quieres que esta sea una de esas noches en que te coges a un flaco solo para descargar, y sabes que podría ser, una vez más coger sin ganas, o dejar que algún otro te la mame en el cuarto obscuro hasta que te vengas y aprovechando la falta de visión, cerrar los ojos para medio disfrutar y para imaginarte un gordito lindo mamándote rico.

El lugar está a medias, siguen yendo y viniendo cuates con la verga parada que acaban de coger, o se los acaban de coger, ves salir a un don ya maduro enfundado en su arnés cruzado sobre su pecho peludo, caminar desnudo hacia el baño, sin cubrir su enorme verga chorreando, camina sin pedos en la cabeza pero no te gustan tan grandes ni tan musculosos, y aunque tiene buena nalga, te contienes, lo único que podrían tener en común es que les gusta rudo, pero nada más.

Sigues bebiendo tu cerveza, después de un rato miras pasar de nuevo al leather hacia los cuartos, si estuviera un poco más joven o más gordo te lo cogerías sin dudarlo, pero no, tampoco es él.

Hasta que te saca de tus pensamientos ver a un gordito moreno, no muy alto, un metro setenta tal vez, saluda a los de la barra, se desnuda, lo ves quitarse el pantalón, y quedarse solo en bóxer y playera, por más que intentas verle el culo, no lo consigues, solo esperas a que pase para mirarlo, deseando un culito grande y redondo, hay poca luz, y eso no ayuda para que puedas checar que tenga lo que tú quieres, un pendejo se acerca a tu mesa para pedirte lumbre justo cuando el gordito pasa algunas mesas lejos de ti, le das el encendedor al tipo que se hace wey en una especie de coqueteo pendejo, no lo pelas, solo volteas para ver a tu gordo, pero no lo consigues, ni siquiera le respondes al tipo cuando te pregunta si estás solo, te bebes la cerveza de un jalón, y vas tras él.

Te metes al primer cuarto, lo buscas con la mirada, no está ahí, de nuevo uno o dos se acercan con tus mismas ansias hacia ti, te sales, y vas al cuarto al final del pasillo, ves a algunos arrodillados mamando vergas, uno que otro cogiendo, pero tampoco lo ves, te sales como puedes, y ahora te vas al tercer cuarto, el enorme cuarto obscuro, escuchas el concierto de gemidos que se está llevando a cabo, te recorres de nueva cuenta el cuarto, buscando al gordo, incluso llegas hasta donde está el oso, que sigue empinado esperando que alguien le meta la verga, al verte llegar de nuevo, se empina ofreciéndote sus escasas nalgas, no mi cabrón, no eres tú, pasas del oso y te sales ahora para buscarlo entre los pasillos de los cuartitos privados, con la idea de que acá si lo vas a encontrar, recorres uno, dos, te encuentras con puertas cerradas y gemidos ahogados de los que se encuentran dentro cogiendo o dejándose coger, sales al pasillo del fondo, y lo ves, pero no está solo. 

Esto era justo lo que no esperabas, lo ves agarrándole la verga al leather por encima del suspensorio, aquel, recargado en la pared se deja tocar, sientes culero cuando ves a tu gordo arrodillarse y sacar esa gran verga del jockstrap, solo puedes ver como mama, te clavas en su espalda, y alcanzas a mirar ese culito rico, no tan grande como te gustan, pero bastante aceptable para tus gustos, como se marcan sus nalgas estirando la tela de su bóxer, sus piernas que se ven lisas y ricas y que te mueres por recorrer, hasta que se levanta y deja que el leather se lo lleve a uno de los privados, no alcanzas a llegar antes de que cierren la puerta.

Mierda! si no hubieras perdido tiempo con el pendejo del cigarro!! o si no te hubieras recorrido el pinche cuarto obscuro y te hubieras detenido a ver al oso!!, te hubieras acercado cuando estaba mamando y le hubieras acercado tu verga para que también te la mamara, chingada madre!!.

Esperas por un momento, parado en la esquina de los pasillos, escuchas gemidos, unas nalgadas, y deseas que no sea el puto leather el que se lo esté cogiendo, quieres, deseas ser tú el que le abra el culo, el que lo dilate con la lengua, quieres ser tú el que le meta el dedo para hacerlo gemir de placer, quieres ser tú el que se la deje ir toda, quieres ser tú el que le meta su primera verga de la noche.

Sigues esperando por un largo tiempo mientras sigues pensando y atormentándote con una y mil pendejadas, pero no los ves salir, puta madre, y ya quieres mear!!, ni pedo, tendrás que esperar y aguantarte las ganas de ser el primero, ni pedo, así que te vas en chinga al baño, al llegar, va saliendo el leather como si nada, pasa junto a ti y te sonrié, como si fuera un pinche chiste el haberse cogido a tu gordo.

Orinas de prisa, y te vas de nuevo a donde estaba el gordito, al llegar, el privado donde se metió con el leather está vacío, así que renuevas tu búsqueda, vas buscando de nuevo por los pasillos, puertas cerradas, uno que otro cabrón dentro de los cuartos, desnudos, algunos haciéndose chaquetas, otros sentados con las piernas abiertas mostrando el culo para que se le antoje a alguno que quiera coger, pero no encuentras a este puto gordo!!

En el último pasillo, que tiene menos luz que los otros, ves a algunos que no aguantan las ganas coger parados, pasa a través de cuerpos y de tipos empinados que abren la boca al verte pasar, y en el último de los cuartos encuentras a tu ángel, lo ves sentado, solo un poco asomado, esperando alguna verga, todos pasan de él, mejor para ti, si supieran que rico se sienten esas nalgas, ni siquiera lo imaginan, mejor para ti, así que comienza el juego.

Te acercas, y te paras justo frente a su cuarto que tiene abierta un poco la puerta, lo observas, ves como levanta la cara para mirarte el también, pocos segundos después sigue mirando al frente, esperando, así que te comienzas a tocar, acaricias tu verga, lo nota, dejas que se deleite, pero para que se le antoje más, metes la mano dentro de tu suspensorio y sigues con las caricias, tu verga se va parando, esos 21 centímetros de largo y algunos de ancho comienzan a cobrar vida, observas como de nuevo dirige su mirada hacia ti, hacia tu verga, y ahora sí, lo miras fijamente, sabes que no se va a poder resistir, hasta que el gordito se levanta, piensas por un momento que se va a ir, pero solo es para bajarse el bóxer y quitárselo, lo observas quitarse también la playera  mientras recorres con la vista su cuerpo desnudo, no pasan ni 10 segundos hasta que te toma de la mano para hacerte pasar.

Ni siquiera dejas que cierre la puerta, te acercas a él, no es guapo, pero tampoco está tan mal, lo abrazas, acercas tu cuerpo al de él, le besas el cuello, él se deja hacer, le lames el cuello, sientes su cuerpo tenso, dejándose llevar, dejas ir tus manos a sus nalgas, un culo más o menos grande, no tan tonificado como quisieras, pero te basta, acercas tu cara a la de él, lo besas, él te responde, acaricias su cabello, muerdes su cuello, él te sigue dejando hacer lo que quieras, te agachas un poco para morder sus tetillas, primero una y luego la otra, levantas uno de sus brazos para lengüetear su axila, huele rico, lo volteas, y aunque al inclinarse acerca sus nalgas a tu verga, lo haces esperar, lamiendo su espalda, de la nuca a la cadera, te detienes a morder una deliciosa llantita que se le forma antes de llegar a sus nalgas, lo empinas, -ábrete las nalgas!!- le dices, el gordo obedece, abre sus nalgas con las manos, lo haces que se empine más, ves ese culito redondo y rosadito, extrañamente cerrado después de que se lo cogiera el leather, y sin que te importe encontrar el sabor de otra verga, comienzas a lamer su culo, dejas que tu lengua lo recorra por todos lados, esos pliegues deliciosos alrededor de su tremendo agujero, el gordo gime, le gusta, - ábrete más!!- le ordenas, de nuevo te obedece, sujeta sus nalgas con ambas manos, dejándote ver y disfrutar y lamer ese hoyito rico, jalas con los labios algunos pelitos, le gusta, tiembla, lo haces de nuevo, lanzas un escupitajo a su deliciosos culo, le pasas la barba por toda la raya, por el culo, sientes como tiemblan sus piernas, vas de nuevo más allá, le escupes el culo de nuevo, el gordo esperaba tu lengua, pero ahora es uno de tus dedos el que lo hace gozar, no lo haces como te gusta, quieres que se vaya acostumbrando a lo que le espera, así que le metes el dedo solo un poco, ese ir deslizando el dedo hasta llegar solo un poco adentro, ya llegará el momento de dejárselo ir de putazo, así que lo haces gozar, metiéndoselo y sacándolo despacio, sientes como aprieta, así que le metes uno más, primero despacio, lo dilatas poco a poco, dejas que sienta rico, sientes como ese hoyito rico se contrae, y sigue apretando, -te gusta??- le preguntas, responde que si entre jadeos, sabes que quieres más, pero también es momento de probar su boquita, lo levantas y de nuevo lo acercas hacia ti, lo besas de nuevo, como si supiera lo que quieres que haga se pone de rodillas frente a ti, liberas tu verga del suspensorio, lo dejas mirar tu verga enorme, al mirar hacia abajo encuentras su mirada, lo ves pasar saliva y meterse tu verga en la boca.

El gordito se aplica, mama bastante rico, sientes como se lleva tu verga hasta el fondo, sientes esa lengua deliciosa recorrer tu verga dentro de su boca, no puedes negar que te gusta, esa boquita por si sola valió la pena de tanto estarlo buscando, pero no se te olvida que se la mamó primero al ruco del suspensorio, así que se la sacas de la boca y le propinas un bofetón!!.

El gordo te mira desconcertado, sin levantarse, te espera, aunque hay poca luz, distingues como se le llenan de agua los ojos, tomas tu verga y lo golpeas con ella las mejillas, el espera con la boca abierta, se aguanta, -sigue mamando!!- le ordenas, no lo duda, te la sigue chupando rico, y hasta se esmera más, se la mete toda o casi toda, así que le ayudas agarrándolo por los cabellos y empujándole la cara hasta el fondo, sientes como se ahoga, sientes, gozas esa arcada que anuncia que tu vergota le llegó a la garganta, pero no lo sueltas, el puto se quiere zafar, pero lo tomas de los cabellos y lo empujas más duro, y más cuando se quiere resistir, ni pedo, le tienes que enseñar que eres tú el que manda, unos cuantos ahogos más y lo dejas sacarte tu verga, lo miras, y ves su cara y sus ojos con algunas lágrimas, esperas solo un poco, porque al fin le vas a dar su premio, -ponte en cuatro!!- él te mira extrañado, pero ya se acabó el momento del faje, no le vas a dar romance, le vas a dar verga, -vas puto!!- le dices de nuevo, él se empina frente a ti, -ábrete el culo- le ordenas, -¿ya te cogieron?, le preguntas, el gordito solo responde que no, y no piensas, actúas, y le propinas una nalgada con las dos manos al mismo tiempo, por reflejo, se suelta las nalgas y se arquea se queja, te regala un !ay! de dolor, trata de incorporarse, y lo avientas hacia el frente-¿te dije que te levantaras?-, no, responde, -ábrete el culo- le ordenas de nuevo, el gordo tiembla, pero lo hace, -seguro que no me voy a encontrar mecos en ese pinche culito, cabrón?- le preguntas, de nuevo dice no, le repites la dosis, otra nalgada, y de nuevo se suelta, así que le explicas como te gusta, -mira cabróncito, si te vuelves a dejar de abrirte el culo, te voy a dar no una, te voy a reventar, te voy a dar dos pinches nalgadotas, así que tú dices!!, recibes un temeroso ok por respuesta, pero quieres que quede claro, esperas a que se empine y se abra de nuevo, lo miras, te tiene miedo, y eso te gusta, te acercas el, le escupes el culo, y se la metes poquito, el gordo se queja, así que se la sacas, esperas un momento, -¿si la aguantas? - le preguntas, creo, responde, no es la respuesta que esperabas, así que le das de nuevo dos duras palmadas en las nalgas, el gordo de suelta de nuevo, -¿en qué quedamos?- le dices, así que sin necesidad de repetírselo, se abre las nalgas, solo para recibir otra nalgada, solo que esta vez, ya no se suelta las nalgas, se aguanta, pinche gordo, quiere verga a como dé lugar, pues bueno, es hora de reventarle el culo!!

Te acomodas detrás de él, le escupes de nuevo ese hoyito rico y le preguntas ahora, -seguro que la aguantas?, el responde que sí, dejas caer un poco de saliva en tu verga, y se la pones en su agujero rico y calientito, no lo piensas, te vale madre si le duele, se la metes toda de un jalón, escuchas el -arggggggh- que te prende de cero a mil, se la quiere sacar pero ya te aseguraste de que eso no pase agarrándolo por la cintura, lo bueno de que esté chaparro es que lo puedes sujetar mejor, así que lo detienes con tus brazos en su cintura, solo sientes como te recibe dentro, ese culo caliente y delicioso, sientes como tiemblan sus piernas y sus tobillos, así que lo abres más, te aseguras de que no quede nada de tu verga fuera, el putito ya aguanto lo más leve, así que le das chance de que se acostumbre al dolor, y lo recompensas metiéndosela de nuevo de un jalón, gime de nuevo, se queja, y se queja rico, le duele, pero le encanta, y a ti más, sientes ese culito apretar cada que se la metes hasta el fondo, vale madre que tenga mecos dentro, y si es así, es el mejor lubricante que pudieras podido desear, el momento se rompe cuando se suelta las nalgas para recargar las manos en la pared, así que lo tomas por el cabello para que le entre toda, y va mejor, porque sus nalguitas aprietan por dentro y por fuera, lo jalas hacia ti, le hundes toda la verga, lo sientes rico, sientes como se va aflojando, así que le vas dando una que otra nalgada rica en ambas nalgas, te prende más ver esas dos manchas rojas en sus nalgas que marcan tus golpes, mientras sientes ese apretar con cada nalgada, sientes como le llega hasta el fondo, escuchas ese golpeteo de tu cuerpo contra el de él, y te deleitas y viajas con sus gemidos, sientes como le duele de verdad, no es como los otros putos que te has cogido que comienzan a quejarse como si estuvieran filmando porno, a este pinche gordito le está doliendo de verdad, pero también la está gozando no ha dejado de moverse, y aunque el puto se ha querido zafar, la sigue disfrutando.

Te vas cansando, y el gordo también, sientes su sudor en su cuerpo gordo, tiene mojada la espalda, las piernas, las nalgas, tiene el cabello mojado por el sudor y tú también, así que es momento de parar un poco, se la sacas, el puto decía la verdad, se la sacas limpia, lo dejas que se incorpore, se sienta en uno de los cubos del cuartito, y  solo niega con la cabeza, no le permites que dude, así que le metes tu verga a la boca, no lo duda, y comienza a mamar de nuevo, el aire dentro del cuarto ya te asfixia, así que abres la puerta, ves pasar a uno que otro que mira dentro, alguno se detiene a ver cómo te la mama el gordo, juegas con ellos, al sacársela y en cuanto se arriman, lo detienes para que veas como lo tomas de los cabellos, que vean como lo dominas jalándole las greñas y llevándolo a donde tú quieres, lo haces lamerte los huevos, nada que quieras compartir, así que mejor se mueven, hasta que llega el don del arnés, el gordo estaba entretenido chupándote los huevos, y en ese preciso momento, levantó la vista para ver al don, te das cuenta, no lo hubiera hecho, lo separas solo un poquito de ti, y le das una llamada de atención al propinarle un bofetón, no tiene por qué ver otra verga que no sea la tuya, inevitablemente el don se comienza a prender, y se queda parado en la puerta, dándose cariño, pinche viejillo, también quiere chingarse al gordo!!, lo sigues mirando, y cuando notas que de nuevo el gordo lo mira,  lo abofeteas, esta última lo aturde un poco, pero solo así va a aprender, hasta que el don interrumpe la escena -¿me invitas a jugar?, pregunta, -no sé si él quiera, respondes- el gordo sigue mamando sin levantar la vista, así que se la sacas de nuevo, y le preguntas ¿como ves?, el gordo mira al don y solo responde -como tú quieras-, lo tomas de los cabellos y le das otro cachetadón, -te preguntaron a ti, sí o no?, el gordo responde que sí, así que le das uno más, le levantas la cara mientras le dices- esa fue por puto!!- vámonos a un cuarto más grande. 

Tomas la ropa del gordo, y sales detrás de él, el don va primero, logran encontrar un cuarto más grande, se mete primero, tu detrás del gordo, así que lo empujas dentro, lo ves pararse entre los dos mientras espera a que cierres la puerta, -¿ya te lo cogiste? te pregunta el don, le respondes que sí, el que lleva el mando eres tú, así que haces que el gordo se empine y le metes tu verga a la boca, el don se queda mirándolos, el gordo empinado mamando tu verga, tiene una de esas bocas deliciosas que saben lo que hacen, y aunque sabe que tú eres el chingón, se inclina a mamarle el culo a tu gordo, le ordenas que se abra las nalgas, el puto gordo ya se la sabe, así que te obedece en chinga, así que te tendrás que ingeniar algo nuevo para prenderte de nuevo, enredas tus dedos en el cabello del gordo para empujársela toda de nuevo, el jalón hace que se levante un poco, se la sacas, y le das una palmada en la espalda, -¿te dije que pararas?  le preguntas, el gordo se saca tu verga de la boca y dice -no-, entonces?, y ahora es el don el que lo nalguea con las dos manos, -tiene que aprender el puto- dice, mientras continúa chupándole el culo, el gordo sigue mamando, ahogándose un poco de vez en cuando, pero nada que no remedie un pinche jalón de greñas, sientes las inevitables ganas de volvérsela a meter, así que lo levantas, te sientas en una de las bancas, y lo dejas ver toda tu verga perfecta, -siéntate- le ordenas, el gordo obedece, ya está bien ensalivado su culo, así que es más fácil, el don espera recargado en la puerta, espera a que le entre toda, los observa, y se deleita mirando como el gordo sube y baja flexionando las rodillas, dejándose ir para recibir hasta el último centímetro de pito, te levantas, para que el gordo quede empinado, el don entiende y se acerca a tu puto, sin dudar, le mete la verga a la boca, espera un poco, se la saca de la boca y lo abofetea, mientras le repite tu lección -por puto!!- le dice, espera de nuevo, y se la mete de nuevo, pones tus dedos en las comisuras de su boca obligándolo a abrirla más, mientras lo empujas de atrás hacia adelante, lo tienes completamente ensartado, no hay nada más sensacional que un culo apretando de dolor, de excitación, sientes esas pinches nalgas gordas subir y bajar por completo tu verga rica, lo haces sentir cada pinche centímetro de tu pitote, y también es inevitable el mirar la verga del don, un poco más chica, pero más gruesa que la tuya, así que le preguntas -¿te lo quieres chingar? , el don responde que sí, se la sacas al gordo, mitad para ver como se lo coge el don, y mitad para descansar, el Don acuesta a tu wey boca arriba en la banca, lo abre de piernas, le escupe el culo y se la deja ir, de nuevo escuchas ese quejido deliciosos de dolor, y como tú, tampoco lo deja zafarse, se la mete toda de un jalón, lo hace gritar de dolor, la tiene más gruesa, y se está chingando a tu funda, se lo coge rico, duro, duro, duro, se escucha rico como golpetean las nalgas de tu gordo, ves como lo empuja lo más que puede a la pared doblándolo, el pinche gordo se queja más y más, gime y hasta crees oírlo llorar, pero valiéndote madre, lo dejas que se lo coja rico, el don te dice -hace rato nomás me la mamo, no quiso que se la metiera, pero mira ahorita, ya lo dejaste bien abierto!- -¿está rico el piche gordo, verdad?-, -neta que si- responde el don, -aprieta chingón!!- los dos platicando a toda madre mientras el gordito la aguanta adentro, el don se la saca mientras te dice, -vas!!- ni lo piensas, no se acaba de quitar cuando haces que el gordo te reciba de nuevo igual, te abres paso entre sus piernas abiertas, que te encargas de abrir más, haces que le duelan, se las abres lo más que puedes, y lo más que dan, estiras hasta que le duela, ves ese culito abierto de par en par, ves como rebotan sus nalguitas en ti, haces que sienta cada choque de tu cuerpo, -aguanta!!- dice el don, tu esperas, y el don empuja la banca al centro del cuarto, ya te lo puedes coger, mientras se la mama al don, y así pasa, lo haces mamar rico y sentir tu verga, sientes como chorrea algo del culo del gordo, pero de nuevo, valiéndote madre, te importa poco sacarle la mierda, lo que quieres es partirlo en dos, que sienta dos vergas ricas y grandes, lo que quieres es rellenarlo de mocos, se los quieres dejar dentro, ya casi sientes que terminas, y el don también, ninguno de los dos se detiene, los dos gruñen a punto de venirse, tú se lo detienes al don para que termine en su boca, mientras el don le agarra las piernas para que termines dentro y para que se trague sus mecos.

El don se asegura de dejarle hasta la última gota de mecos en la boca, el gordo quiere escupir, ninguno de los dos lo deja, le dan cada uno una cachetada para que se los trague, y lo haces que se ponga de rodillas para que lama de tu pito todos tus mecos también, el pinche gordito aprende rápido y obedece, lo hace, mama y lame las dos vergas, sientes como tiembla, el don sale primero, con la verga limpia, tú te incorporas, ves a tu gordito de rodillas en el piso, no puedes negar que hasta te da ternura, valiéndote madre, te regresas, lo le ayudas a levantarse, le pasas una mano entre las nalgas, y aunque sientes mojado, le das un beso y una cachetadita de agradecimiento, -te rifaste chido gordito cabrón!!, te sales y lo dejas ahí.

Te vas al baño, caminas exhibiendo tu verga todavía parada y chorreando como tantos otros que viste a lo largo de la noche, en el baño, el don se está limpiando, mientras esperas, no has querido ver tu mano para no sentir el asco de haberle sacado la mierda, raro, solo sientes mojado, el don te sonríe, te pregunta si te vas a lavar, miras tu mano de nuevo, -yo pensé que le habíamos sacado la mierda!!- el don te sonríe de nuevo, -no era eso, es humedad, al pinche gordito le encantó!!, se mojó cabrón, la humedad no miente, el puto estaba volando!!- esperas a que el Don  salga del baño, sientes un inevitable deseo de oler tu mano, lo piensas por un momento, te acercas un poco tu mano a la nariz, te gusta el aroma, lo aspiras con los ojos cerrados, no te lavas esa mano, conservas ese aroma a sexo, a verga, a culo penetrado, te vas a tu departamento, y te duermes acercando tu mano a la nariz, quien lo diría?, encontraste una nueva droga.

Enano perverrrssso

Enero 2021


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