El tiempo me ha hecho "diversificar" mis encuentros, ya no soy
el chavito de cuerpo antojable y nalgas firmes, aún me defiendo, pero va
pasando el tiempo y la gravedad va haciendo su chamba natural, aun así, también
el tiempo me ha hecho darme cuenta de que tengo otros atributos, algún poder
superior me dio una boquita que es y ha sido la envidia de muchos y el placer
delicioso de otros, y tanto en mis encuentros por estos lares, como por otros
rincones, me han hecho merecedor a grandes momentos de sexo delicioso.
Esto sucedió el año pasado, para variar en Puerto Vallarta, el mismo
sitio, el Spartacus (ya voy a cobrarles regalías a estos cabrones, o mínimo que
me otorguen una membresía de a grapa!!) en una de tantas idas al lugar, y como
en cualquier otros lugar, hay público para todos los gustos, aunque obviamente
abundan los chavos de cuerpo perfecto, osos, alguno que otro nacional, y
también mucho señor más allá de los 60, en su mayoría extranjeros en busca de
un momento de acción, o de simplemente de un rato de afecto.
No tengo ni nunca he tenido lio con los mayorcitos, es más, siempre me
ha definido como un "pervertidos de mayores" desde mis 12 añitos que
empecé a darle gusto al gusto, y aunque en su mayoría me tocaba hacerla de
pasivo con algún madurito caliente, también tuve el chance de aventarme un buen
palo con alguno que otro madurito sabrosón que no se quiso quedar con las ganas
de probar este puerquecito!!
Esa tarde, ya me había aventado mis "primero y diez" wawis en
el vapor, una que otra cogidita sabrosa, pero la carne es débil, y el cuerpo es
pedinche, y como ya estaba medio abarrotado el cuarto obscuro, ya solo era el
desfile de seres míticos, posándole a otros seres inanimados, en una pasarela
bastante absurda, de crítica, bufe y pose, así que opté por irme a otro lugar
del amplísimo y variado sauna.
Para ese momento, ya me había aventado uno que otro palo en el vapor,
así que no tenía como que muchas ganas de seguirme deshidratando, aunque esto
último no me preocupara mucho, ya que me mantengo hidratadito entre verga y
verga con un trago y un cigarro, decidí bajar a la primer planta, donde están
los cuartos privados, ya que al final del pasillo, hay una pantalla que
reproduce porno eternamente, y donde es bastante sabroso esperar a que se le
pare la verga a la víctima para mamársela rico y si el individuo desea más que
una mamada, adueñarse de la cama que está ahí mismo para ponerle sabroso, o
quedarse empinado mamando y recibiendo verga de alguno que otro calenturiento
que se anime a coger un culo complaciente mientras sigue disfrutando el porno.
Justo a un lado, hay un cuarto obscuro, dividido en dos, con sus
respectivos "glory holes", algunos sencillos, para que el galán del
otro lado asome únicamente su verga, como dios manda, y alguno que otro más
alargadito, para que sea más fácil empinarse y poner las nalguitas a
disposición de quien se encuentre del otro lado.
Ya en la sala de video, me topé con dos cuates, uno que me había
bateado, y uno más que me ignoró por completo, así que me salí, no sin antes
pasar al sanitario, al salir, y mientras me lavaba las manos, vi salir del
Glory hole, primero a un cuate y luego a otro, chavillos en sus veintes,
riéndose a carcajadas, uno de ellos se metió al baño, y el otro lo esperó
afuera, mientras comentaban divertidos que se habían encontrado a sus
abuelitos, y entre risa y risa, más burla de parte de los dos que incluyó
decirles momias, vejestorios y demás pendejadas, esperé a que se fueran, porque
no había visto salir a nadie del cuarto.
Entre curiosidad y ganitas de ver que pedo, me metí al Glory, cuya
entrada está cubierta de los dos lados de su respectiva cortina negra, entré, y
me fui hasta el fondo, y aunque el espacio no está totalmente a obscuras,
impone el hecho de caminar sin saber qué es lo que me iba a encontrar.
En las aberturas no había nada, así que me asomé por todas y cada una de
ellas, y al llegar a la del medio, me topé con la visión de un señor de unos
70, 80 años, con la edad marcada en su cuerpo, de vello cano en el pecho, no sé
qué tenían estos idiotas o que esperaban, a mí no se me hizo desagradable ni
nada, y así, empinado echándole un ojo al señor, se dio cuenta de que había
alguien del otro lado, llevó su mano a su verga, sacudiéndola de arriba a
abajo, y no era cualquier cosita, era una verga que aunque flácida, tenía buen
tamaño, lo que vi me gustó, así que pues había que jugar, no??
Me acerqué a una de las aberturas para mamar, y asomé mi boquita,
esperando que el señor se animara, no tuve que esperar mucho, ya que de volada
se acercó, y metió su verga en el agujero, y por consiguiente en mi boca
ansiosa.
Obviamente no tenía ya la capacidad de que se le parara en chinga, así
que traté de esmerarme, al principio, sentí su notoria flacidez, pero conforme
seguía dándole lo mejor de mi lengua, aquello comenzó a crecer, y a ponerse más
gorda de poco a poco, hasta alcanzar un tamaño más que aceptable, así que seguí
chupando, iluminado de vez en cuando por algún curioso que se asomaba y corría
la cortina sin quedarse, para mí mejor, sin competencia, no hay peligro, pero
por lo que pude notar, al señor le estaba fascinando, y eran más constantes las
exclamaciones de placer que se escuchaban del otro lado, era lindo sentir sus
manos acariciando mi mentón, recibiendo unos lengüetazos pecadores de mi
partes, y de vez en cuando separándose del hoyo para detenerse para no
terminar.
Nos pudimos aventar unos 15 minutos, yo mame y mame, y el señor
disfrutando a gusto, hasta que en una de esas, se quita, dándome una palmadita
en el mentón, para esto, yo había notado que hablaba con alguien, pero lo
atribuí a que era parte del concierto de gemidos al disfrutar mi garganta, y
pensé que ya se me había acabado el veinte, así que a punto de incorporarme, se
asoma una verga más, está ya paradita, blanca, cabezonzota, y rematada por unos
preciosos vellos blancos, solo acomodé de nuevo mi toalla en mis rodillas, y
ahí voy, a meterme todo ese delicioso manjar a la boca, aplicándole el mismo
tratamiento, y esmerándome para meterla de lleno a mi bocota, girando la lengua
por dentro, acariciándola con la misma mientras me llegaba hasta el fondo.
Chupe esa segunda verga como si fuera la última, sin olvidar rezarle
mentalmente a "Santa Colorina" para que se animaran a coger
conmigo, otros veinte minutos más, alguna que otra quitada repentina para
evitar venirse y ya con mis rodillitas pidiendo tiempo fuera, esperé con
la boca asomada, esperando a ver que decidían, cual va siendo mi sorpresa, al
recibir en la boca una verga más, que también le pertenecía a otro caballero,
también deliciosamente canoso, recta, dura, e igualmente cabezona, un poco
curvada, pero que ya estaba firme como en sus años mozos.
Para esto, seguían llegando los curiosos, uno que otro corría la cortina
de su lado, y después de un momento la volvían a cerrar, y uno más, un flaquito
moreno, abrió la cortina de mi lado, aún con su toalla en la cintura, se dejaba
notar una verga de buen tamaño, yo seguí mamando ese tercer trozo de carne sin
inmutarme, aventándome la "enano special 457586" de levantarme, para
quedar empinado, hasta que este cuate se metió de mi lado, cerrando la cortina,
acercándose hasta ponerse detrás mío, quedándose ahí, restregándome su verga
aún cubierta por la toalla en las nalgas, ni siquiera se la quitó, solo la
abrió un poco, y se puso en cuclillas, abriéndome las nalgas para darme un rico
lavado de cazuela.
Una verga deliciosa en la boca y una lengua magistral lamiéndome el
culo, eso es felicidad, y aunque seguía preguntándome en mi mente qué onda con
los tres caballeros del otro lado, este condenado flaco se paró, metió un dedo
juguetón en mi culo, y tras dejármelo ir por un rato, se quitó la toalla
dejándola caer, y dejándome caer también su verga que ya estaba al cien,
delgada, pero larga, muy larga, que recibí sin sacarme la verga del caballero
del otro lado.
Siempre me ha encantado recibir ese tratamiento por ambos lados, así que
le eché aún más ganitas, a moverme para disfrutar al flaco, y darle placer oral
al señor que seguía sujetando lo poco que alcanzaba de mis cachetotes, para no
dejarme separar mi cara del agujero.
El flaco no decía nada, solo estaba ocupado metiéndome la verga a gusto,
jugueteando con mi pecho, jalándome con un buen ritmo por las caderas, y
aplicándome de vez en cuando una que otra nalgada, primero duro y después más
despacio, al ser más alto que yo, ayudándome a levantar las nalgas hasta donde
estaba su verga, e igualmente iluminados de vez en cuando por la luz que
entraba al asomarse alguien más.
El tercer caballero estaba a punto de terminar, así que se retiró,
sosteniendo de la misma forma que los otros dos su verga con la mano,
apretándola para no dejarse ir, mientras ya eran más notables las embestidas
del flaco, que estaba fascinado con mi culo, que penetraba sin piedad, ya para
esto, yo seguía con la boca dispuesta en el glory esperando a ver que seguía,
cuando nuevamente recorren la cortina de nuestro lado, era el tercer señor,
observando como el flaco me cogía, sujetando su verga deliciosa con la mano, e
invitándonos a pasarnos de su lado, Mi flaco no lo dudó, eran canadienses, el
flaco solo preguntó, ¿quieres?, obvio!!, le respondí, -solo no me vayas a dejar
a medias, eh cabroncito?, ok, respondí, el flaco me la sacó, corriendo la
cortina, mientras yo tomaba mi toalla para pasarnos al otro lado, así lo
hicimos, ya ahí, estaban los otros dos señores, el flaco no la hizo de pedo, se
la dejó mamar por uno de ellos, mientras el segundo me empinaba para cogerme, y
el primero seguía recibiendo mi boca, cambiamos de posición varias veces, el
flaco me la volvió a meter, mientras yo empinado se las mamaba a los otros dos,
y el último le mamaba el culo al flaco, que primero no quería pero terminó
dejándose coger también, los cuatro pasaron por mi culo y por mi boca, llegó un
momento en que ya estábamos formados en trenecito, hasta que el señor más mayor
terminó sobre mi espalda, y en cuanto se quitó, sin pausa, recibí la verga del
siguiente en mi culo, mientras sus manos temblorosas abrían mis nalgas para que
no quedara nada afuera hasta que también terminó en mi espalda, acercándose a
mi boca para que se la mamara, y así lo hice, recibí su verga recién salida de
mi culo en la boca, limpiando con la lengua todos sus deliciosos mecos, el
primero no quiso quedarse atrás, así que me aplicó la misma, el tercer
caballero con la verga más cabezona la estaba gozando de lo lindo, y le valió
madres, siguió cogiéndome hasta terminar dentro de mí, sujetándome por la
cintura, hasta perder la erección, me la sacó, y de igual manera que los otros
dos, me la puso en la boca, donde terminó, al sacarla, aún erecta, me embarró los
mecos de los tres que habían quedado en mi cara en los labios, mi flaco ni se
inmutó, siguió cogiéndome, por un largo rato, disfrutándome, teniendo de
testigos a mis tres abuelos, observándolo cogerme, ayudándolo a sujetarme por
los brazos mientras me la dejaba ir hasta el fondo, hasta que ya no pudo más,
me la sacó, y me hizo arrodillarme para recibir sus mocos en la cara, que me
barnizó deliciosamente, retorciéndose de lo lindo, y azotando su verga en mis
dos mejillas hasta sacudir su verga por completo, dejándome hasta la última
gota en la cara.
Salimos los cuatro del Glory, ya con las toallas puestas, y mientras
bajaba a tomar un regaderazo después de quedar más lleno de engrudo que piñata
en diciembre, los perdí de vista, así que subí a la terraza a tomarme un trago
y a fumarme un bien merecido cigarro, y de nuevo los encontré, ya en la
alberca, a mis tres preciosos caballeros de pelo cano, y a mi flaco, que no
estaba nada feo tampoco, me invitaron a unirme a ellos en la alberca, sentado
en medio de los canositos, Larry de 72, Geoffrey de 68 y Louis de 60, mientras
el flaco, Germán, que era nativo de Vallarta, se dedicó a ligarse a alguien
más.
Ya tenían que irse en un rato, pidieron varios tragos invitándome
también y basta decir que después de brindarme unos deliciosos fajecitos,
agarraditas de nalgas , y su consabidas metiditas de dedo por parte de los
tres, me recompensaron con unos últimos besotes que ya hubiera querido dar
cualquier chamaco baboso, pagaron mi cuenta, despidiéndose de mí, con unas
sonrisotas de "a gustooooooooo", me dejaron también a mí una
sonrisota de placer al pensar que estos escuincles mecos nunca iban a saber de
lo que se perdieron por su estupidez, me sentí Heidi, fue delicioso hacer queso
!!
Enano perverrrssso
Abril 2020
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