jueves, 28 de mayo de 2020

Morenazo



Fue durante alguna de tantas vacaciones en Puerto Vallarta , recuerdo estar en la playa, acompañado únicamente por mis inseparables: mi libro, cigarros y tragos, era mediodía, el sol dejándose sentir delicioso, sentado en una de las palapas que había alcanzado, admirando el paisaje y el continuo paseo de los hombres que somos fanáticos de la Playa de los Muertos, nacionalidades muchas, la mayoría de los guapos con cuerpos hermosos, bronceados en todos los tonos, algunos más efusivos, parejas de maduros , chicas Les, en fin, todos haciendo un mix de personas disfrutando la playa, la brisa y el sol.

Tengo la maravillosa bendición de " caer bien ", sin ser chistosito ni pasarme de listo, me gusta hacer amigos, y aunque mis vacaciones las disfruto en soledad, me gusta que las personas que me atienden me traten bien, dejo buenas propinas aunque vaya solo, ese día mi mesero se había esmerado en atenderme bastante bien, sin dejar que me quedara sin tragos, que comencé con unas deliciosas margaritas, y aunque me sé controlar, ya el alcohol estaba haciendo su chamba, así que decidí meterme a nadar un poco, no soy excelente haciéndolo, y el mar me inspira mucha paz, pero también mucho respeto, así que casi no me adentro más de lo que logran alcanzar mis pies, y ahí anduve por un rato, hasta que lo vi, un hombresote moreno, que iba y venía nadando hacía dentro del mar, sorteando las olas, aunque algo gordito, nadaba bastante bien, y su cuerpo era hermoso para mí, y aunque era poco lo que alcanzaba a mirar, era de esos morenos macizos, chistoso porque estaba más clavado en sus piernas que en otra parte más interesante de su anatomía ( saben a cual me refiero! ) mientras yo seguía un poco miedoso de ir más allá, aparte de que no quería perder de vista mis cosas.

Y parece que él también me había dedicado tiempo, en una de sus múltiples vueltas a la orilla, me mira, me dice sonriendo, -anda papi, que no vas más allá, te va ‘quedar ahí todo apendejado? - lo miré extrañado por la palabra, -ah papi, perdona, acá pendejo es grosero-, creo que sí, le respondí, -en Cuba, apendejado es cobarde, temeroso-, -ok, no es miedo, es respeto... -no sea´ bobo , yemayá te quiere, pero hoy no te va a llevar-, me dijo acercándose un poco más, le sonreí por su comentario, ya estando a una distancia prudente, dejándome admirar sus hombros y esos brazos enormes, -mira si tu quiere´ te llevo yo-, era demasiada la tentación, pero más el miedo al mar, así que le dije que no, no insistió, y seguimos sorteando las olas en el mismo punto-, mientras comenzamos a conversar de tonterías, y entre la plática soltaba palabras cubanas que yo no entendía, y que él me explicaba con cosas que yo conociera, y otras más interesantes, y mostraba cierto recelo acerca de la gente que estaba por ahí, guapo para mi gusto, atractivo, maduro, y agraciado con un cuerpo sabrosón, me comentó que le había gustado muchísimo un chico pero el tipo lo había querido llevar a su hotel a la tercera palabra, y eso no le iba, que el solo quería singar con alguien que no fuera jinetero, le pedí que me explicara y resulto que él quería coger con alguien que no fuera prostituto, -va a estar difícil cariño!- -pues si papi, todos quieren chocolate!- dijo, me reí divinamente con él, no por que pensara que yo era el elegido, si no porque realmente estaba disfrutando su compañía, mientras el siguió platicándome detalles de su viaje a Vallarta, que vivía en Miami, y había corrido con suerte de tener un buen trabajo que disfrutaba, su jefe Americano se había convertido en uno de sus mejores amigos, y estaban de vacaciones con amigos Gringos, me contó cuanto le costó salir de su país, pero que ya gozaba una posición fruto de su trabajo, todo eso cuando ya me había ofrecido que me sujetara de sus hombros para seguir toreando las olas, y por mi cara de terror cuando se ponía fea la cosa con el mar y así lo hice, su plática me dio mucha confianza, y así seguimos sorteando las olas por otro rato más hasta llegar a sus anécdotas con la gente que se había topado, volvió a comentarme que los chicos que se acercaban a el a tomarse una foto, pero que sin dudarlo le tocaban la pinga y eso no le agradaba del todo, le molestaba que lo confundieran o que pensaran que solo era un trozo de carne, así que ese rato lo estábamos disfrutando solitos, sorteando olas, mientras yo seguía en la baba con cada caricia que el hacía de vez en cuando en mis hombros mientras me sujetaba.

Llegó la hora de irme, así que me despedí del morenazo, que se llama Alfonso, me pregunto qué iba a hacer más al rato, le comenté que iba a comer, por si quería acompañarme, declinó mi oferta, ya que se iba con los gringos también a comer, me comentó que iban a salir a buscar fiesta, y que lo más seguro es que irían a Paco´s, salimos de nadar, cada quien a su lugar, pedí un trago más, mientras lo ubicaba, y en efecto, estaba algunos lugares más adelante, con un grupo de personas maduras, efectivamente, sus amigos, que solo lo esperaban para comenzar a vestirse e ir a comer.

Terminé mi trago, solo me puse la playera, me dejé el traje de baño que estaba bastante ajustado a mi cuerpo, aunque se notaba el Michelin y mi entonces bonita panza, sin ponerme la bermuda, caminé hacia la orilla de la playa donde su grupo de amigos se había detenido a platicar con un grupo de chicos más jóvenes, mientras pasaba junto a ellos, me despedí de Alfonso diciéndole adiós con la mano, no había dado ni 6 pasos cuando lo escucho a todo lo alto dirigiéndose a mí: -Si no te veo al rato, mañana te veo acá, que con ese culazo ahora si te enseño a nadar aunque te tape la valvulita pa´que no te me ahogues papi !!- me detuve, volteé y le sonreí, la pena me hizo no decir nada, mientras miraba a sus amigos divertidos y a los tipos que estaban con él con cara de sorpresa.

También a mí me sorprendió el piropo, lo tomé como una puntada divertida, no puedo negar que me encantó estar con él, así que capitalice el momento con una sonrisa por el resto de la tarde, ya por la noche, al regresar de mi caminata por el malecón y pasar a cenar algo, regresé a mi Airbnb, porque me inquietaba el hecho de ir a buscarlo al Paco´s, no dejé que la ansiedad me dominara, aún era muy temprano, así que me quedé por un rato sentado en la terraza, escuchando música, abrí una botella de vino que había comprado como provisión y me la bebí despacio, acompañada de varios cigarros.

Casi a las 11:00, ya sintiéndome un poco tomado, decidí que no podía dejar ir la oportunidad de verlo de nuevo, no iba a esperar hasta el otro día, así que me di un baño, me vestí, y salí hacia el antro.

Aunque para mí ya era tarde, se encontraba bastante vacío, el mismo desfile de niños y niñas en plan divinas, pedí una cerveza que me bebí de volada, así que mejor pedí una jarra que me dediqué a disfrutar siguiendo el ritmo de la música, y de vez en cuando miraba hacia la puerta, esperando que llegara Alfonso.

Mientras el desfile de gente seguía llenando el lugar, vi la hora, casi las 12:30, y no llegaron, así que me terminé la segunda jarra de cerveza que tenía y caminé hacia el depa.

El sauna está justo cruzando la calle, y fue inevitable pensar en pasarme un rato por ahí, lo dudé un momento, pero me convencí de volada de que la noche se podía poner divertida, así que pasé a comprar cigarros y entré al club, no había problema con mis cosas, solo pedí un locker, me desnudé, me calcé las sandalias que ellos te proporcionan, tomé mi toalla, esta vez sin ponérmela en la cintura, y encueradito me dedique a recorrer el lugar, ya decidido a que esa noche no la iba a desperdiciar durmiendo.

Me metí al vapor un rato, más para bajarme la peda divertida que traía, y es chistoso, es de esos lugares en los que nunca sabes qué hora se pone bien, como puedes pasar una hora sin que nadie se te acerque, o llegar y que alguien se te aviente de volada.

Estando ahí, me quedé sentado hasta el fondo del vapor, esperando a alguno que anduviera en busca de acción igual que yo, no tuve que esperar mucho, una o dos vergas se aparecieron para acompañarme, y aunque solo se las mamé y las goce, entendí cuando uno y otro se fueran, era temprano, y a esa hora nadie quiere terminar con la diversión.

Ya el vapor estaba bastante durito, y al salir, pasé junto a un grupo de cuates que formaban una bolita, uno de ellos había entrado cuando estaba mamando a alguien, pero se salió, al pasar, se separó del grupo, y después de decir -hooola gordito!!-, le respondí el saludo también con un -hola flaquito!!-, aproveché que no había tanto vapor, para dedicarle su debida escaneada: delgado, blanco, en sus treintas, se acercó hacia mí, olía mucho más a borracho que yo, me abrazó tambaleándose, mientras pegaba su cuerpo al mío, lo tomé para bien, y lo dejé besarme el cuello, mientras dejaba ir sus manos por mi espalda, hasta las nalgas, -te vi mamando hace rato-, -un poco, le respondí-, -¿ que, me la vas a chupar?- ni siquiera le respondí, y aunque no quiso que fuéramos hacia un lugar menos visible, le quite la toalla, a la vista de su grupo de amigos, que seguían echando desmadre, sin pelarnos, esperando cada quien a su víctima, yo hice lo mismo y no les dedique más atención, me concentré en mamar la verga de este galán, metiéndome unos casi 20 centímetros ricos de verga a la boca, me sentía algo borracho, producto de haber estado mezclando alegremente vino y cerveza por casi toda la tarde, así que estaba bastante desinhibido, y sí, me valió verga chupar ese rico palo en el pasillo del vapor, ni siquiera me inmutaba cuando de vez en cuando pasaba alguien y se quedaba un momento a mironear, -te gusta que te la metan?- preguntó mi galán, -porque yo nomas cojo, te animas?- no le respondí, y sacándome su verga, hice que se volteara hacia la pared, y aunque no quería, le comencé a recorrer la espalda con la lengua, saboreando el sudor entre alcohol y sal, estaba tan pedo que no se opuso, y se quedó así, de espaldas, dejando que lamiera todo el camino a sus nalgas, me detuve un momento, para sacarlo más de onda, y aunque no tenía pensado cogérmelo, si tenía la firme idea de que lo considerara, sin decirle nada, comencé a recorrer sus nalgas, primero una y luego la otra, dándole unas mordiditas leves, lo necesario para hacerlo temblar, el galán solo repetía, -! ay cabrón!, !ay cabrón!,- me gustaba y le gustaba, así que seguí mucho más.."adentro", lo hice empinarse un poco, apoyado en la pared, y seguía sin oponer resistencia, así que me decidí por la categoría ganadora, abrí sus nalgas, ahora lamiendo una y luego la otra, y sin decir más, le lamí el culo, sobra decir que el wey se estremeció, pero se aguantó igual sin decir nada que no fuera ! ay cabrón, no mames, no mames, no mames!, mientras yo seguía sin obedecer y le daba la mamada de culo de su vida, de nuevo pasó por mi mente darle un llegue, hasta que de tanto amor que le estaba propinando a sus nalguitas, sentí temblar sus piernas cada vez más, el wey se empezó a venir, así, sin tocarse, seguí chupándole el culo, hasta que me dio hasta sentir su último temblor, el resoplaba de placer, me puse de pie, mientras se volteaba para quedar frente a mí, -rico??- le pregunte, solo respondió, -¡!!!!!Nomamesnomamesnomames!!!!!, me hiciste venir!, no..., nunca me..., bueno...si, pero...neta que...no mames!! -nunca des por hecho que solo servimos para que metas la verga, somos muchos con otras...cualidades!, le dije por último, mientras me ponía mi toalla y él se quedaba ahí donde lo dejé, recuperando el aliento.

No puedo negar que me divertí, lo hice con toda la alevosía y ventaja del mundo, una raya más al tigre, que me recompensé con una cerveza, estaba a gusto, lo disfruté mucho, y en el fondo sabía que la noche iba bien...

Al subir a la terraza, lo vi de nuevo, Alfonso, con sus amigos, y rodeado por los chavales de la playa, platicando con ellos, muertos de risa, me molestó un poco el encontrarlo, o mejor dicho, encontrarlo ahí, ni siquiera me acerqué, fui directo a la barra, y me pedí un tequila de los que me gustan, " sencillo, con cara de doble"!!! el barman era ya un viejo conocido, (ya habíamos tenido nuestro rato de pasión en un viaje anterior, pero resultó que andaba buscando quien lo patrocinara, y pues definitivamente conmigo no se iba a poder) que solo se reía de mis estupideces y me contaba sus aventuras, así que me quedé sentado en la barra, fumando, hasta que escucho un tremendo a toda voz "quiero tomarme una copa con este tremendo patacón!! " mientras me agarraba las nalgas!!, era Alfonso y su inconfundible vozarrón, -que haces tan solito, papi??- dijo mientras se sentaba en el banco de al lado, -aquí, disfrutando la vista- le respondí, - de jinetero, verdad? - -no se a qué te refieras- -sí, que andas de...como le dicen ustedes, de putito?? , no puedo negar que me sacó de onda, y le respondí rápidamente - pues no estabas rezando, verdad- le respondí de volada, -no papi, estos aceres han estado con nosotros desde la playa, y ya no fuimos ni a comer, papito!- -ah, ok,- le respondí de nuevo con un tono más seco, - y que tal??- -pues fine , venimos a conocer, y a ver qué pasa- -que bien- le respondí de nuevo, mientras pedía otro tequila igual, -que pasa?, te busco al rato?- me dijo, -como quieras- y se levantó con un -ok-, se dio cuenta de que me molestó verlos acompañados, y pues sentí gacho, así que me terminé mi trago, y me dispuse a bajar de nuevo, así que ya para bajar, le envié un beso, que él hizo que atrapaba en el aire poniéndoselo en los labios.


Hasta ese momento, no sabía ni que pedo con él, así que no dejé que la situación me pusiera tenso, bajé de nuevo al infierno, al pasillo del cuarto obscuro, donde ya estaba bueno el ambiente, por todos los rincones obscuros ya estaban algunos y muchos dándole y dándose con todo, no me costó trabajo encontrar con quien desahogar el mal rato, me anexé a una pareja que cogía cerca de la pared, al acercarme para ver, uno de ellos, el que recibía se incorporó para besar al activo y puso su mano en mi pecho y me hizo acercarme a ellos, su acompañante no dijo nada e hizo lo mismo, pero poniéndome la mano en las nalgas, entendí el mensaje, y me les uní, y comenzamos la fiesta con un delicioso beso de tres, que combinado con la ansiedad de los la peda y el inconfundible aroma a alcohol que compartían nuestras bocas, se sentía de lo mejor, después de besarnos por un rato, me arrodillé para mamar a los dos, no hubo ningún problema, los dos cooperaban bastante bien, aunque el activo era más enjundioso, el otro cuate seguía acercándome su verga también, y me metí las dos a la boca haciéndolos gozar, el activo propuso que nos fuésemos a otro lado para darnos más rico, pero no quisimos, así que nos quedamos ahí, ya le había tocado a uno, así que sin más, me puso en medio de ambos y mientras yo besaba a su galán, el otro puso saliva con sus dedos en mi culo, empinándome un poco, sin dejar de besar al otro, que me sostuvo para que el otro la metiera bien, los dos con muy buena herramienta, así que no quise que ninguno se fuera, así que dejé que me la metiera rico y yo seguía mamando al que tenía al frente, me cogió por un rato, hasta que cambió y se puso detrás del que yo mamaba, y se lo metió de nuevo, aquel me aplicó mi técnica, y se empino hasta quedar justo a mi verga y comenzar también a chupármela, igual por un ratote más, el enjundioso estaba más que feliz, alternándose nuestros culos que gozaba llenándonos de nalgadas, nos la metió a los dos, después el que estaba recibiendo verga se animara a cogerme también, ya enloquecidos, estábamos haciendo un sándwich conmigo en medio, el enjundias siempre al final y el otro cuate y yo éramos de ida y vuelta, e intercambiamos lugar varias veces, así que lo estábamos gozando mucho más.

En eso estábamos, cuando lo volví a ver, Alfonso, recargado en la pared, con la toalla puesta en la cintura, observándome en medio de los dos, no me importó, todo lo contrario, seguí gozando a estos dos, y se quedó ahí, mirándome atento a la cogida que estaba dando y recibiendo, mientras me sonreía, moviendo la cabeza en negación divertida.

Llegó el momento en que ya no lo vi en donde estaba, yo estaba tan concentrado en estos dos, que no me importó el que me hubiera visto, mientras pensaba que tenía razón, si andaba de jinetero!!

La pareja siguió en lo suyo, sin darse cuenta de nada, solo querían disfrutar el momento, y no era yo quien rompiera la magia, el enjundioso a punto de terminar, nos hizo arrodillarnos para terminar en nuestras caras, lo hicimos, y mientras uno mamaba y se deleitaba con sus mecos en la boca, el otro recibía lo que siguiera saliendo de su verga en las mejillas.

El activo se despidió con un -estuvo rico, gordito!!-, mientras el otro se fue con un -estuvo chingón, te busco al rato?- dije que sí, total, nos gozamos chingón.

Pasé al baño a lavarme la cara de los mocos que me dejó el amante uno, y al salir, de nuevo Alfonso, que nuevamente me miraba divertido...

-Carajo, me rompiste el corazón!- me dijo, - ¿por qué? - por lo que me viste hacer? -Claro!! Yo quería ser el primero, y mira, se me daño el ajiaco!!-, - que quieres decir???- -Que me ganaron el guiso, papi- me quedé mirándolo desconcertado, y le sonreí, no supe que otra cosa hacer, ahí los dos parados en la entrada del cuarto obscuro, ya no dijo más, me tomó por la cintura y me acercó hacia su cuerpo, acercó su cara a la mía y me empezó a besar, un beso rico, sin prisa, sin ansias, un buen beso, aunque lento, tenía algo de pasión, tenía ese me gustas que se comunicaban nuestras lenguas, de esos besos que duran un chingo de tiempo y que no importa quedarte sin aire, seguimos sin decir nada mientras me comenzaba a besar el cuello, acariciando únicamente mi espalda, que empezó a recorrer con sus manos enormes y un poco ásperas, se me hizo raro, pero en ningún momento me toco las nalgas, yo quise poner mi mano en su verga, esa verga deliciosa, que sentí como iba creciendo, pero él no me dejó, me tomó las muñecas recargándome de espalda a la pared, levantó mis brazos sosteniéndolos arriba con sus manos, sin dejarme mover, siguió besándome mientras cambiaba ocasionalmente agachándose un poco para lamer mis axilas, besar mi cuello y de nuevo a la boca, me siguió besando un poco más efusivo, y seguíamos ambos con las toallas puestas, me dejó bajar los brazos, mientras yo me quedaba en la pared, después de un beso, siguió recorriendo todo con sus labios, mi cara, las mejillas, luego el cuello, comenzó a bajar de a poco, deteniéndose en mi pecho y chupando rico mis pezones, uno y después el otro, y siguió bajando más recorriendo el poco camino de vellos de mi pecho hasta llegar a mi ombligo, yo pensé que me la quería mamar, pero no era el caso, cuando llegó más abajo, se detiene, me mira y sonríe haciéndome el gesto de -no- con el dedo...me reí mientras se incorporaba y comenzaba de nuevo con los besos, nuevamente, sin decir nada, me volteo de frente a la pared, e hizo lo mismo que cuando me tenía de frente, su lengua recorriendo mi cuello, bajando por mi espalda, nuevamente, se detuvo al llegar a la cintura, pasándome la lengua por lo poco que quedaba sin cubrir de la raya de mis nalgas, esperó un momento, y dejó ir sus manos por debajo de mi toalla, acariciando mis piernas, hasta llegar por fin a mis nalgas, metió despacio una mano por mi entrepierna, yo temblaba de gusto, y eso le divertía cañón, así que se levantó, dejándome en la misma posición, levantando la toalla con una mano, acariciando mis nalgas, poco a poco fue dejando ir un dedo travieso llegar a mi culo, sin desnudarme, mientras se pegaba más a mi cuerpo y yo sentía su vergota crecer, hasta que se detuvo, me giró para quedar frente a él, y tras darme otro beso, tomó mi cara con sus manos, levanté la cara y lo miré, a lo alto de su tamañote mientras recargaba su frente en la mía, me preguntó, - de verdad quieres más, papi??- ni siquiera lo dudé, y respondí que sí, nuevamente me miró y me dijo - ya viste la pinga que te quieres comer?? -los dos miramos hacia abajo, mientras movía de arriba abajo su enorme animal bajo la toalla...- mira, le gustas!!- - dile que también el a mí...y mucho!!- respondí-, -te lo advierto, tiene vida propia- me dijo subiendo y bajando de nuevo la toalla con la verga, -y tú ya viste el tremendo patacón que te vas a comer?- le dije, se echó a reír, me tomó de la mano, y entramos al cuarto obscuro, pero seguía lleno, así que fuimos recorriendo uno a uno los rincones, buscando uno vacío solo para los dos, hasta que llegamos al único lugar que encontramos solo, el sauna, nos metimos, me subí a la banca para quedar justo a su cara y de inmediato me dio otra sesión de besos, -besas rico- me dijo, - tu besas delicioso- le respondí, unos cuantos besos más y se detuvo para decirme mientras me tomaba una vez más la cara con sus manos, -solo te digo una cosa mi amol , yo no cojo, yo hago el amor, ok?...me desconcertó lo que me dijo, solo respondí, -está bien!-...-ok, papi, entonces creo que esto nos estorba, no?, dijo mientras me quitaba la toalla y quedaba expuesto mi cuerpo desnudo, se quedó mirándome, mientras sonreía y me miraba, -a ver acere, déjame mirarte bien-, me quedé parado frente a él, me pidió que no cubriera nada con las manos, me quería ver completo y desnudo...- déjame ver ese rrrrico patacón que tú tienes- no necesité que me tradujera, y giré para mostrarle la espalda, -que rrrrrico gordito papi, que sabroso ángel me vo´a come´!!- dijo de nuevo con su cara de gusto, - te gusta comer la pinga, verdad papi? …será que te cabe en tu boquita rica este pingón? lo miré, me acerqué a él, aplicando su técnica, el beso, el cuello, el pecho, cuando llegué a su cintura, le quité la toalla - creo que esto nos estorba, no?, dije mientras veía caer la toalla, y salía el monstruo enorme que aún no estaba del todo erecto, imaginen esto: cubano, alto (1.95) y calzaba del 10 americano (casi 26 cm... ok??) se sentó en la banca donde yo estaba parado, me puse de rodillas ante mi negro hermoso, y me metí entre sus piernas que separó para estar a gusto, no quise comenzar rápido, así que lamí la enorme cabeza de su verga, solo con la punta de la lengua, para después meterme solo su cabeza dentro, apretándola con los labios, que deslicé poco a poco por su tronco, empezando el rítmico mete y saca ,dejando que mi cuello hiciera su trabajo, y no, no me cupo, ya que al quererla meter por completo, llegó un poco más que a mi campanilla, siempre refrendo mis glorias al narrar cuando me meto una verga completa a la boca...no pude, llegué a poco más de la mitad, mientras él estaba sentado con la piernas abiertas y los brazos extendidos a lo largo de la banca de arriba, mirando cómo me atragantaba con todo eso, pero no me importó, seguí mamando, chupando esos enooormes huevotes que me metí a la boca, lamí todo ese lugar, su entrepierna, y regresé a meter su enorme tolete en mi boca, me detuvo y me levantó para besarme de nuevo, haciendo que me sentara sobre él, ni siquiera intentó metérmelo, dejó que siguiera sentado sobre sus piernas, con las mías abiertas, sintiendo entre mis piernas su vergota, y gozando de sus manos recorriendo mi espalda, mientras me seguía besando rico.

Me comencé a mover de atrás hacia adelante apoyándome sobre mis piernas abiertas, sintiendo como se deslizaba su verga, llegó un momento en que me tomó por la cintura, siguiendo el ritmo de mi cadera ir y venir, soltando un excitante -sssssssss, está calientico el caminito!!!- disfrutando eso que yo hacía, y nos fuimos calentando más y más, hasta que ya no pudo aguantar...

Me quitó de encima despacio y se levantó, con toda su imponencia se puso de pie, frente a mí, me miró nuevamente y llevó mi boca a su verga, yo me esmeré para meter un poco más adentro, hasta que casi lo logré, sintiendo unas leves lagrimas salir de mis ojitos tapatíos, mientras el acariciaba despacio mi cabeza, que raro!, yo hubiera esperado que me metiera toda su pinga a la boca de un jalón, que me empujara la cara en su verga aunque me ahogara como tantos, pero no, el seguía acariciando mi cabello, mi barbilla, mis mejillas, tenía ese gesto de me está gustando combinado con una ternura que no me podía explicar.

Esperó el momento justo en que me saque su verga para tomar aire, y me preguntó- seguro que tú lo quieres dentro?- levanté la cara, lo miré y dije que si de nuevo, sin dudarlo- te lo vo´a repetir papito lindo, ¿seguro que tu quiere ‘que yo te meta este viborón?- le respondí que sí, ya estaba más que listo, más que dispuesto, -como tú lo quiere´?- me preguntó, sin decir nada, me puse en cuatro sobre la banca, mostrándole el culo, el solo abrió mis nalgas, poniéndose en cuclillas, -mira que tremendo ojete tienes!- yo esperaba la estocada que diera paso al dolor que iba a sentir, pero de nuevo, me cambió el juego, y en lugar de su verga, recibí su enorme lengua a lo ancho de mi culo, me estremecí, el espero y de nuevo lo hizo, wow,! esa lengua!!, esos labios suyos chupándome el culo, absorbiendo, lamiendo y chupando rico!!, bajó un poco más y siguió lamiendo hasta la base de mis huevos, haciéndome enloquecer de placer, sentí cada fibra de mi cuerpo estremecer, se levantó, y tras dos salivazos en mi culo, me empezó a dedear, deslizando primero un dedo en mi culo, mientras lo sacaba y lo metía lentamente, despacio, haciendo espacio para un segundo, igual de lento, despacio de adentro hacia afuera, esperando el tiempo para meter un tercero, siguió del mismo modo hasta que llegó el momento esperado, como olvidar esa cabezota de su verga entrar en mí??, dolió un chingo, sentí como me abría el hoyo por el grosor, espero un momento, y de nuevo, poco a poco, lo fue metiendo dejándome acostumbrarme al calibre, yo apretaba los dientes y mi culo de dolor, el siguió despacio, un poco más adentro, igual de lento, como si no quisiera lastimarme, como si me quisiera, como nunca ningún otro lo había hecho, yo seguía esperando la clásica maniobra de cualquiera de mis amantes, estaba preparado para recibirla toda de un jalón, pero no fue así, siguió despacio, cada vez un poquito más, y más, sintiéndolo hasta el fondo, hubo un momento en que pasé mi mano entre mis piernas y sentí un buen trozo todavía sin entrar, no se detuvo, siguió metiéndola de poco a poco, igual de lento, en un delicioso mete y saca sin prisa, le comencé a aplicar un gusto más apretando su verga lo más que podía, recibí otro -sssssss!!!- como respuesta, pero con todo y eso no aceleró el ritmo, en realidad me estaba haciendo el amor, así duramos otra vez por un muy largo rato, hasta que se detuvo, de nuevo me hizo empinarme para comerme el culo, sentí su lengua deliciosa moverse en círculos en mi agujero, su poco vello crecido de la barba raspar un poco, pero lo estaba gozando, dejé de pensar y dejé la tensión de lado, me dejé querer, ya estando algo cansados por el calor del sauna, se acostó en la banca, y me pidió que me acostara junto a él, dándole la espalda, lo hice pegando mis nalgas a su verga, me comenzó a besar el cuello, apartándose un poco, lo suficiente para meterme de nuevo la verga, que ya estaba casi en su totalidad dentro, siguió besando mi espalda mientras me levantaba la pierna, no hubo necesidad de brusquedades, y siguió dándome con todo, igual de lento, gozando el momento, sintiendo rico.

Llegó el momento en que ya estábamos sudando a mares por el calor infernal del sauna, así que salimos para refrescarnos, nos fuimos de nuevo a la terraza, nos metimos desnudos a la alberca, ya con poca gente, ya que todo el mundo ya estaba en los pisos de abajo en la gozadera, así que solo estábamos en la alberca nosotros y dos parejas más, fue cómico que admiraran la imponencia de Alfonso, mi barman nos llevó los tragos a la alberca, mientras nos dedicaban una mirada de sorpresa cuando estábamos ahí, yo recargado y flotando apoyado con los brazos en la orilla de la alberca, y Alfonso de pie, en mi espalda, pegado a mí, besándome el cuello, tras varios tequilas, me puso frente a él, me sujetó por la cintura, ayudado por el agua, mientras yo ponía mis piernas alrededor de su cintura, y aunque sabíamos que una de las reglas es no coger en la alberca ni en el jacuzzi, Alfonso se las ingenió para meterme su verga de nuevo, ahí, a la vista de todos, con mis brazos en su cuello, subiendo y bajando, sufriendo la tortura de su verga al entrar de nuevo, ahora sí, hasta el fondo, y la otra tortura del cloro de la alberca, el culo me ardía horrores, pero yo seguía subiendo y bajando sin detenerme, gozando que al fin me la estaba metiendo toda.

Y esta vez, no hubo sorpresas, nadie se unió a nosotros, aunque lo intentaron, nos dejaron disfrutarnos mientras hacían lo mismo que nosotros, hasta que se hizo más evidente que Alfonso estaba a punto de terminar, no me aparté, dejé que terminara dentro de mí, apretando más y más su cintura, hasta que se detuvo en un último espasmo y un beso delicioso, aderezado por el coro de expresiones de los que se vinieron enseguida de nosotros.

Al día siguiente, nos volvimos a ver, estuvimos un rato con sus amigos, pasamos más tiempo platicando echados en la playa y nadando, fuimos a comer, regresamos a la playa, lo invité a mi lugar, y accedió, le sorprendió tanto espacio solo para mí, abrí una botella de vino, que nos bebimos mientras platicábamos de todo y de nada, esperó el momento para volver al romance, ahora yo le pregunté -va a querer que le sirva este culazo?-dije divertido ,- papi, eso no se pregunta!!- me respondió con su sonrisa hermosa, se levantó, y me desnudó, para tenerme esperando en el sillón, se quitó la ropa mientras yo lo miraba, nos volvimos a recorrer, por todos lados, lo dejé que me dedeara de nuevo, ahora más a gusto, acostados en la cama, hasta que mi culo reconoció el largo de sus dedos y quedó dispuesto para recibir de nuevo su pinga deliciosa, aunque fue un poco más fácil, el dolor del primer empujón se sintió igual, mamo mi culo hasta cansarse, y yo chupe ese pingón logrando meterlo un poco más que la noche anterior, ya con más libertad, me puso de las mil y un maneras que se sabía, nos gozamos delicioso, poniéndome boca arriba, con mis piernas alrededor de su cintura, ya no fue por lo lento, se dejó llevar por la humedad de mi culo, gozando su calor, hasta que llegamos al punto de que me mirara tras un empujón violento, se detuvo, me miró y preguntó -si?-, de nuevo respondí que sí, y así comenzó a ir más y más duro, ahora sí, hasta el fondo, golpeando más y más duro mis nalgas contra su cuerpo, abrió mis piernas a todo lo largo, sujetando mis tobillos, sintiendo ese dolor delicioso en la próstata, ni siquiera me toqué, y sentí delicioso cuando empecé a sentir que terminaba, espérame, dijo, una, dos, tres estocadas duras y violentas, hasta que en la última ahora sí, terminé y terminó de nuevo dentro de mí.

Nos quedamos así, dejó mis piernas caer a la cama y se dejó caer también el sobre mí, mientras me abrazaba, sin sacarme la verga, nos bañamos juntos, nos bebimos otra copa de vino, y quisimos regresar al Spartacus para darle rienda suelta otra vez a la pasión, para ver y que nos vieran, pero ahora en el jacuzzi!!

Mi morenazo hermoso sigue viviendo en Miami, se casó con un señor americano más joven que él, y disfruta de su vida, de su amor y de sus perros, y aunque no hemos podido coincidir en Vallarta, nos hicimos buenos amigos y nos mantenemos en contacto de vez en cuando, recordando los momentos que pasamos juntos, esperando el momento en que nos volvamos a encontrar, si eso sucede, ya les contaré.


Enano Perverrrssso
Septiembre 2018

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