jueves, 14 de mayo de 2020

Valió la pena esperar.







Ya es tarde piensas, aunque preguntaste por el lugar y te dijeron que cerraban hasta el amanecer, también consideras que no debiste haber esperado tanto tiempo, aunque costó trabajo convencer a tus amigos de que no había problema y ninguno te quisiera acompañar, para acabarla de chingar, sin pareja, comprendieron que era bastante aceptable el hecho de que fueras en busca de diversión, o solo un rato de sexo con algún desconocido.

Llegas a la dirección que te dieron, y después de tener un poco de nervios por lo obscuro de las calles, llegas, tiene tipo de gimnasio o de bar oculto, no le das importancia, pagas tu entrada y te ofrecen lo que hay libre, solo lockers , -lo que sea- le dices mientras el tipo que te da la toalla te dice las reglas del lugar, ni siquiera le pones atención, no te importa, solo quieres cogerte a alguien e irte a dormir, solo necesitas descargar la tensión y la decepción de haber bailado con algunos desconocidos en el antro hasta darte cuenta de que la mayoría te iba a cobrar por terminar la noche contigo.

Te quitas la ropa, miras la hora, ya de madrugada , aún hay bastante gente, mientras te desnudas, te das cuenta de que hay varios tipos mirándote, o mejor dicho, "sientes" las miradas en tu miembro, nada que se te antoje, no les das importancia, cierras tu locker, y te dispones a recorrer el lugar, pasas por las puertas del vapor, notas a varios cuates acostados en las bancas de afuera, que se ven ya bastante borrachos o que descansan abrazados de alguien más, iluminados por las luces neón y por la escasa luz que llega de las regaderas del otro lado, sigues de frente hasta las regaderas, tal vez sería buena idea refrescarte después de haber sudado tanto bailando, sabes que hueles a cerveza y cigarro, así que eliges tu regadera, te quitas la toalla, solo ves a un tipo delgado, bailando o intentando bailar de tan ebrio que está, pero no le dedicas más tiempo, comienzas a lavarte, tomando un poco de gel corporal del dispensador, hasta que lo ves llegar, un gordo de hombros anchos, lampiño, algo de vello en el pecho, bajito en comparación tuya, muy despeinado y bañado en sudor, notas las manchas más espesas en sus hombros y cerca de su boca, ! qué asco !, le acaban de terminar encima, lo vuelves a mirar cuando se quita la toalla, algo de cintura su respectivo “michelin” y caderas anchas -! a de ser por tanta verga !- piensas burlonamente, pero le dedicas un poco más de tiempo cuando se voltea en su regadera, mientras ves caer el chorro de agua por su espalda, notas que ya es un poco maduro, entre los 30?? 40 ??, no se ve tan mal, sigues pensando en lo que te enjuagas, no sin antes mirarle las nalgas, no es su mejor momento, pero se ve bien, odias reconocer que te gusta un poco lo que ves, mientras reculas…¿ un gordo ?, no! , igual y veo que hay, porque si todos están así, ya valió madres la noche, te dices para ti.

Terminas de bañarte, mientras te das cuenta de que es ahora el gordo el que te observa - no está feo, pero no me lo cogería- piensas ahora, aunque lo cachas mirándote la verga, notas como hace de cuenta que miraba hacia otra parte, mientras te secas un poco, lo dejas seguir mirando cómo te pasas la toalla por el pito, -!!para que no me olvides, puto!!- a punto de salir, lo volteas a ver, mientras el solo te sonríe.

Sin más que hacer, te diriges hacia el vapor, en donde la escasa visibilidad solo te deja ver parejas y alguno que otro grupo en plena acción, no le entras, ninguno de estos weyes te gusta, y es el pinche calor el que te hace salir del vapor, ¿será mala idea tomarte otro trago? - piensas-, de inmediato te convences de que no, así que pides una cerveza en el mostrador, después de terminártela de un trago, subes a la siguiente planta, según la reseña de tus amigos ahí se pone mejor, así que subes y recorres el pasillo que se encuentra dónde están los cuartos privados, y mientras vas pasando por ahí, vas también checando a los que se encuentran dentro, uno que otro señor esperando con la puerta y las piernas abiertas acostados sobre la cama, parejas cogiendo a tope en espera de uno más que se quiera unir, y sigues caminando dedicándoles solo el momento de tu paso por el recorrido, hasta llegar al final del pasillo, donde se encuentran algunas parejas viendo porno, algunos abrazados uno junto al otro, parejas de maduros, y uno que otro mamándole la verga al wey que está absorto en la pantalla, -esto va de mal en peor-, piensas, así que sales y te recorres de nuevo el decadente espectáculo de las puertas abiertas, donde ahora notas a un wey parado en la puerta de su privado, de muy buen ver, cuerpo de gimnasio, iluminado por la luz roja del pasillo, pero que tiene en su pose y en la piel su precio, y no vas a pagar por algo que puedes tener gratis, -no nene, en otra ocasión!- piensas al pasar de él.

Caminas al otro lado del pasillo, y después de cruzar una sugerente cortina de cadenas, te dejas llevar por el pasillo cada vez más obscuro,y te guias por el sonido ahogado de gemidos, ya más entusiasta, sigues hacía donde tus oídos te llevan, hasta que te topas con un cuarto obscuro abarrotado de gente, y que después de tres intentos, logras entrar, ya dentro, ves decepcionado algunas parejas cogiendo, y la detestable valla de gente parada en los costados solo mirando el techo, posando sin tener más que hacer, alguna mano te roza, pero los dueños de esas manos no te convencen, y nuevamente nada que te llame la atención.

Al salir, diriges tu mirada hacia un sling solitario de un lado, y del otro, uno más, ocupado por alguno que está pasando la peda, tal vez esperando que alguno más llegue y se lo coja, mientras sigues recorriendo el espacio, te das cuenta de que en el lugar junto al cuarto obscuro hay un grupo de gente, varios cabrones alrededor de alguien o algo, algunos desnudos, la mayoría con la toalla en el cuello, la curiosidad te llama, te acercas a mirar, ahí tienen a un tipo hincado, mamando a un cabrón tatuado, flaco y peludo, formando el círculo, varios señores maduros, un oso grandote, un chavito gordillo y algunos más, todos jalándosela, o jugueteando con sus vergas, atentos viendo mamar al cabroncito este, esperando con ansia su turno para que la putita se las chupe, rodeas el circulo para ver mejor, ya que encontraste un buen lugar para ver, por encima del hombro de alguien más, al girarse el wey que está mamando verga, te das cuenta de que es el gordo de la regadera.

El puto sigue en lo suyo, ahora metiéndose la verga del oso grandote a la boca, que no para de repetir en inglés cuanto le gusta, observas al gordo meterse esa verga hasta el fondo, sientes un escalofrió recorrer tu espalda, mientras sigues atento la escena y como ambos lo disfrutan, mientras alguno de los que lo rodean le acarician la espalda, con la mano o con la verga, el mamador no tarda demasiado, gira sobre sus rodillas y ahora se mete una nueva verga que le pertenece a un wey mamado y grandote a la boca,         -pinche gordito, resultó buen mamador-, piensas, mientras te quedas absorto observando sus labios recorrer la verga del tipo, y te quedas mirando cómo después de mamar, va cambiando de cabrón, - no mames, le está lamiendo los huevos al grandote!!!- piensas mientras lo miras lamer de arriba a abajo los huevos de un cabrón delgado que bien le sacaría medio cuerpo de altura!  Sigues mirando y te das cuenta de que se te paró, no un poco, ya la tienes bien parada !! y sí, aunque desentonas con los demás que rodean al gordo mamador que ya se quitaron la toalla y están en pelotas, eres el único que aún tiene la toalla puesta, sin querer quedarte atrás, te la quitas, pero para tu mala suerte, los del círculo se juntan más, como si no quisieran que alguien más se les una, el gordo se incorpora para chupar la verga de un moreno grandote, se empina para mamar apoyando sus manos en sus rodillas flexionadas, parece que a cada uno se la mama de forma diferente, eso es lo que te calienta, ahora el oso se une al juego, se pone en cuclillas para darle un rico beso negro!! Le pasa la lengua con maestría por el culo, lo lame todo, y te acercas más para mirar como le abre las nalgas con las dos manos, mientras le pasa la lengua por todos lados,  -wow- piensas, mientras te das cuenta de que ya también tú, inevitablemente estas jalándole el pescuezo al ganso, y al ver al gordo empinado, odias reconocer de nuevo en tu mente que se te antojan esas nalguitas que el gordo aún tiene un poco paraditas, reconoces- pero sin darle más importancia, sigues en lo tuyo, mirando, mientras observas a los demás chaqueteandosela a su alrededor, como si de alguna forma le mostraran lo que se va a comer y los numeras, son 6 cabrones!! a algunos ya se las chupó, unos más grandes y gordos otros más delgados, miras sus toletes parados, de buen tamaño varios, y algunos que hubieras querido para que fueran de tu anatomía por el tamaño, hasta que te saca de tu pensamiento el ver como uno de los 6, un tipo mamado y grande, se pone tras el gordo, después de que el oso le chupara el culo y se lo mordiera hasta hacerlo gemir, el cuate grandote ya está más caliente, se agacha y le escupe el culo, abriéndole de lleno las nalguitas, para de inmediato, y mientras lo sujeta por la cintura con sus manotas, se la mete en chinga, jajaja, sonríes, ! pobre cabrón ! piensas, -órale puto, ahí le va la verga, sin piedad !!  y si, se lo comienza a coger bien rico, mientras el gordo sigue mamando vergas, ahora a un gordo blanquito de buen ver, con bastante vello, al que le está sacando unos gemidos que se antojan, mientras aprieta con una mano su verga y succiona su pitote,  para este momento, te das cuenta de que ya eres parte del círculo, estás ya formando parte de él, el mamado se la sabe, y para que todos gocen, se la saca sin venirse y le cede el turno al oso que le chupó el culo, juega un poco, lo toquetea, le pasa la mano entre las nalgas disfrutando su calor, y en una de esas se lo mete, el mamadito no le duró nada, y este pinche osote sabe lo que hace, jugando se la mete y se la saca esperando un momento para empujársela de nuevo aprovechando para ver su hoyito abierto, y se lo muestra divertido al que está junto a él, el gordo empinado, se deja dominar, estás tras él y alcanzas a ver el hueco que deja una verga grande en un culito, y te calienta aún más el hecho de que el oso espere a que él culo se cierre para volver a meterla,  -a ver si deja algo para los que faltamos-, piensas, y sigues esperando, observando de lleno el rítmico choque de la panza del oso en las nalgas del gordito, mientras el gordo putito no para de gemir, y ha seguido rotando para no dejar ninguna verga sin chupar !! ya cansado el oso, le  pasa la estafeta a otro mamado de verga más grande y gruesa, que se la mete igualmente sin dejarlo incorporarse, con cada cabrón que le pasa por el culo, la cosa se pone más ruda, el siguiente cabrón lo agarra por los brazos, que toma hacía atrás jalándolo por las muñecas para que le sea imposible zafarse, y con cada jalón el gordito se queja más rico, parece como si quisiera complacer todas las cosas que le hacen, pasa el tiempo y tú sigues con la mirada fija sin perder detalle de cómo le rebotan las nalgas en el mamado, como se tensa, y se deja hacer todo lo que a estos weyes se les ocurre, mientras los cabrones que están a los lados se unen y lo abren más, uno cada nalga, que azotan uno y luego otro, sigues sin perder la cuenta de que ya solo faltan dos cabrones para que te la mame a ti, sin pensarlo, también te unes y te acercas a él, le azotas repetidas veces la verga en la espalda, mientras el gordo sigue mamando, sin hacerte caso, ya que  todos esperaron su turno, el mamado termina dejándole su premio sobre la espalda, o mejor dicho, sobre sus nalgas, dejándole el culo lubricado con su venida al siguiente pito, no esperan ni un momento a que se incorpore, y es ahora el flaco grandote el que se la empuja, no sin antes meterle uno, dos, tres dedos por el culo entrando y saliendo violentamente mientras sonríe de forma diabólica, haciéndolo gritar, para callarlo, otra verga en la boca, ahora del wey junto a ti, que te ha estado rozando insistentemente, y es justo ahí cuando se pierde la magia, porque el flaco lo lleva a la cama frente al grupo que se acaba de desocupar por dos parejas que solo platicaban, sin sacársela, rompe el circulo, mientras lo agarra de la cintura y lo acomoda en la cama empinando el culo, ese culo sudado y lleno de mecos, para seguir metiéndosela, cada vez más duro, el pinche gordito brinca y se estremece con cada estocada, es hasta chistoso ver cómo está casi de pies en puntas levantando el culo para estar a la altura de la pelvis que choca más y más duro en sus nalgas, cuando esto pasa, y al romper el orden, los demás junto a ti, que están igualmente ansiosos no quieren perder su tuno o ningún detalle de la forma en que se lo mete y se colocan igualmente a los lados, rodeándolos, para seguir esperando su turno para cogerlo.

El wey que estaba junto a ti, sigue igual a tu lado, mientras, sigues mirando cómo se lo coge el flaco, que también termina dentro, ahora lo cambian de posición, lo voltean sobre la cama con la cara colgando en el filo de la cama, del lado contrario, el gordito velludo se sube a la cama y lo abre de piernas mientras está de pie, y se lo coge, te asombra darte cuenta de que para estar gordito, aún conserva mucha flexibilidad, mientras que le toca el turno a otro oso que también esperaba, aprovecha la forma como le cuelga la cabeza al gordo, lo hace abrir la boca mientras lo sujeta con ambas manos por el cuello y se comienza a coger su boca que literalmente cuelga del filo de la cama, mientras el gordito velludo lo tiene cogiéndoselo con las piernas abiertas levantando su cadera.

Estás absorto y sorprendido mirando cómo se la siguen empujando, hasta que sientes una boca en la verga, la del wey que estaba junto a ti, valiéndote madres, lo dejas mamar, preguntándote ahora si vale la pena esperar por el pinche gordo, mientras sigues hipnotizado por el desfile de vergas que ha pasado por él , y al que ya le acomodan ahora unas nalgadotas, cortesía de uno de los mamados que esperó su turno después de que el chavillo gordo se lo cogiera, y el que lo estaba ahorcando terminara en su boca, y que ahora lo tiene empinado en cuatro, mientras en la boca tiene el pito de otro wey que quien sabe de dónde salió, hasta que sientes como el pendejo que te la mama te lástima con los dientes, sin dudarlo se la sacas de la boca, y sin darle tiempo de nada, retomas tu turno al lado de la cama, recuperando tu lugar que ya había sido tomado nuevamente por el primer cabrón que se lo cogió, y que ya se la estaba metiendo sin piedad, -pinche gordo, como aguanta tanta verga y tanto putazo, piensas asombrado- mientras vas haciéndote una idea de cómo te lo vas a coger, en ese punto, ya el oso y el grandote a sus lados terminan sobre su cuerpo, y el wey al que se la mamaba está a punto de venirse, mientras lo agarra por los cabellos, empujándole la verga en la boca hasta que termina, te prende más ver al gordo ahogarse aguantando las arcadas, e inflar los cachetes al sentir el semen en la garganta, no sabes si por la verga o por los mocos que se acaba de tragar, hasta que llega tu turno, al mirarlo, notas sus ojos llorosos, pero su cara de gusto, te sonríe, como si hubiera estado esperándote, esperas un poco a que recupere el aliento, te acercas a su cara, y después de otra sonrisa, lo miras, en sus ojos notas el gusto y la aprobación, sin decir nada, se mete tu verga a la boca, cierras los ojos, y dejas que su boca húmeda se trague tu palo completo, sintiendo esa lengua rodear tu verga, de arriba a abajo, se la mete y se la saca, nunca te habían mamado hasta sentir la lengua en la base de tu fierro, esa lengua que sientes removiendo tu vello púbico, mientras tiene a otro cabrón cogiéndoselo, el puto está empinado abriéndose las nalgas con ambas manos mientras mama tu verga, lo sujetas por los brazos para ayudarle con la posición y callas sus gemidos metiéndosela también hasta la garganta, el wey que se lo coge le propina una, dos, tres, diez nalgadotas, cada una más fuerte y este pinche gordito mama cada vez más rico, -así como aprieta la boca, apretará el culo?-, te preguntas mentalmente hasta que ves como el wey que se lo coge se la saca, dejándole una venida más sobre la espalda, te la ha estado mamando delicioso, hasta más tiempo del que le ha dedicado a los demás, deduces, así que ya llegó tu turno, ya fue mucho esperar, lo quieres tener a como dé lugar, lo que más deseas es este momento es cogértelo como sea, aunque le duela, aunque grite, no te importa nada, sin perder tiempo y sin darle un respiro, lo volteas, a modo de dejarlo en 4, quieres ese culo solo para ti, el gordo se deja llevar, lo acomodas en el filo de la cama, separas sus piernas, y lo empinas con la mano, y se la metes, de un jalón, observas un momento su culo ansioso que se abre y se cierra esperándote, dándote la bienvenida, le pones tu verga en el culo,  mientras la deslizas de arriba a abajo para lubricarla con los mecos de los otros que estuvieron antes y lo atraviesas de forma violenta, haciéndolo quejarse con un grito ahogado, sigues sin salir de tu asombro, porque después de tanta verga sería imposible según tus cálculos que aún se sintiera apretado, pero gozas el haberte equivocado, lo haces gritar, dejándote ir hasta el tope, sabes que eso te gusta, es más, te encanta hacer gemir al putito que te estás cogiendo, y aunque está gordito tiene algo, le dedicas un momento a acariciar su cadera, tu verga entra y sale completa de su culo, la llevas hasta el fondo, y la vuelves a meter antes de que salga por completo, pero sabes también que quieres más, a él le está gustando, y mucho porque no ha parado de gemir, así que para no quedarte atrás, le propinas también una o dos nalgadas ocasionalmente, y de nuevo te das cuenta de que te encanta, y que también a él y a que a tu verga le da más placer sentir ese apretón cada que lo golpeas, así que le sigues, le das una, otra, otra más, sientes como se encorva, lo haces poner la cara sobre la banca, le abres más las piernas, copiando al osote, se la sacas, y esperas un momento a que se cierre para volver a sentir como entra hasta dentro, no quieres que ni un solo centímetro de tu verga se quede sin probarlo o sin estar dentro de él, y aunque sientes una palmada en la espalda, señal de que alguien más se lo quiere chingar, lo ignoras, y lo sigues rompiendo, lo tomas por los cabellos levantándole la cara, encorvándolo más hasta que hay otro caliente que se trepa a la cama para quedar de pie frente a su cara y que aprovechando su boca abierta por el dolor del jalón, le mete la verga a la boca al gordo, y sin soltarlo del cabello, con la mano libre le propinas más nalgadas, le palmeas la espalda, reconoces y ya no dudas que te encantan sus gemidos, esos espasmos, ese culo que se siente caliente por dentro, esa humedad que escurre entre sus piernas que no te pones a investigar que será, solo lo sientes, lo tomas por la cintura aprovechando que el wey al que se la mamaba y que se la estuvo jalando mientras veía el espectáculo que ya no aguanta termina en sus mejillas, todo esto pasa mientras tú sigues sin dejar de taladrarlo un rato más, un poco más, alargando lo más que se pueda ese placer, hasta que haces una pausa para detener una inminente venida para acomodarlo ahora boca arriba, el gordo está casi exhausto, mientras se le notan en varias partes de su cuerpo sabroso las gotas de semen del wey o de los weyes que han terminado sobre su cuerpo y cara, que limpia con lo que alcanza de su toalla, sin chistar se deja acomodar de nuevo por ti, y mientras jadea por el cansancio, abre sus piernas para recibir tu verga, pero sabes que necesitas mucho más de él,  así que cruzas sus piernas y las colocas en tu pecho, acomodándotelo más cerca, lo jalas a la orilla, y se la metes de nuevo sin darle un respiro, ves su cara de dolor, pero como sea, quiere más, lo haces que sienta lo duro de tu verga, se la empujas nuevamente hasta el fondo, y gozas el apretón de su culo, se la dejas ir toda, y lo sigues gozando, uno a uno de los que los rodeaban se ha ido marchando, tras dejarle sus venidas en alguna parte de su cuerpo que rebota delicioso, ya solo quedan dos, el que te palmeo la espalda y uno de los mamados, y ya estás chorreando sudor, y el cansancio te comienza a ganar, así que habrá que darles chance, por que como tú, esperaron su turno para cogerlo, así que después de un rato se la sacas, y te quitas un poco de mal modo haciéndote a un lado, sujetando una de sus piernas, la otra el mamado, y mientras lo agarras, el que tomó tu lugar te quita su pierna y aplica la misma técnica de tenerlo con las piernas cruzadas sobre su pecho.

-Bien aguantador el gordito, verdad?- te dice el mamado, -sí, este putito sabe lo que hace- le respondes, -no pensé que estuviera así de rico- te dice el otro que falta - yo tampoco-, le respondes, estuve a punto de agarrar otro cabrón!! -te hubieras arrepentido, este putito tiene una boquita deliciosa, y ni hablar del culo, ya lleva no sé cuántas vergas y aprieta más!!- ya no le respondes, mientras ya repuesto y con la verga parada nuevamente, esperas a que pase el mamado y no se aparezca alguien más.

El que se lo coge, termina dentro de él, sin sacársela, y observas con una sonrisa como sale de un tirón ruidoso el condón del tipo, -cualquiera pensaría que saldría completo-lo piensas un poco, hasta que te saca de tus pensamientos el mamado, quien ocupa ahora nuevamente su culo, no sin antes decirle - púes ni modo gordo, te va a tocar malteada- el gordito no dice nada, se deja penetrar nuevamente, sin oponer resistencia, dejándose coger, este cabrón lo trata peor que los anteriores, le retuerce los pezones, se agacha sobre él, buscando su boca mientras lo besa, pero no es un beso normal, es un beso cargado de lujuria, cada que lo besa o intenta hacerlo, lo toma por el cabello para acomodar su boca, y si opone resistencia, le propina una, dos bofetadas, que el gordito aguanta sin chistar, solo gime, te preguntas si al igual que tú a este cabrón le prende el sentir ese apretón de culo, tal vez si, por que cada vez es más duro su ataque al culo del gordito, es hasta un poco perturbador ver como lo tiene agarrado por el cuello, y le das una palmada para recordarle que sigue tu turno, y suspiras aliviado al ver que el mamado termina escandalosamente sujetando sus
piernas que muerde, sujetándolo hasta que se la saca dejándole hasta la última gota de mecos dentro. 

Pasa por tu mente ya no metérsela y terminar en su boca después de lo que viste, así que lo piensas y solo atinas a preguntar -¿estás bien?- el gordito te responde, si, ya están solos, y es más lo caliente que estás, te olvidas del asco y tomas con los dedos las venidas del wey y de los otros tantos que se lo cogieron y con eso lubricas su culo, que se siente más caliente, lo miras, y te está esperando con los ojos cerrados, esperando tu verga,  así que te limitas a nuevamente meter todo tu animal dentro de él, y que aunque ya está visiblemente agotado, te sigue dando sus gemidos, se sigue retorciendo cada vez que se la metes hasta el fondo, le dejas ir tus deliciosos 22 centímetros y sigue apretando inexplicablemente tu verga cada que lo haces encorvarse con tus nalgadas, ya falta poco, piensas, lo sigues gozando, sigues sintiendo el apretón de su culo, lo caliente que se sienten sus nalgas ahí donde ha recibido todas las palmadas de la noche, aprietas esas caderas haciendo que se mueva rico, acaricias ahí donde se encuentra su cintura, te agachas a besar su espalda y sigues sin perder el ritmo, ya no pierdes el tiempo jugueteando, aprovechas que en cada empujón, él se mueve también echándose hacia atrás y adelante, moviéndose tan rico hasta que ya te es imposible no apasionarse con ese gusto, sin pensarlo le rasguñas la espalda con tus uñas mientras se retuerce de dolor, sientes ese placer previo al momento de venirte, notas que el ya también se la está chaqueteando para terminar contigo, pero sigues y sigues dejándote ir, ya sin pensar, metiendo y sacando duro, cada vez más duro, acompañado de sus gemidos entrecortados, a los que acompaña un ocasional ay! de dolor, pero lo sigues castigando, sientes el calor que emanan los pliegues de su culo sabroso, y te lo sigues cogiendo, se la sigues metiendo hasta el fondo, hasta que sientes el inminente final, y te dejas ir, no sin antes recibir un apretón más de su culo delicioso que tu pendejamente creías cansado en tu verga, sientes ese apretar y soltar tu verga que te encantó la primera vez, te da ese último regalo, y tú lo gozas, cerrando tus ojos, sin soltarlo, apretando su cadera junto a ti, sintiendo y gozando ese culo, ese hoyito caliente que sientes apretando tu verga, como si la exprimiera, como si quisiera sacarte toda la leche que tienes para regalarle -pinche gordito, de verdad que no pensé que terminaría contigo- le alcanzas a decir al oído con voz entrecortada sobre su espalda mientras se la sacas, el gordo, sin responder, se incorpora, se pone en cuclillas y sin pedírselo, chupa tu verga, que sigue erecta, y  te hace sentir delicioso el recibir de nuevo el apretón de sus labios, el gordo chupa, succionando para no dejar nada, después de hacerte estremecer, se saca tu verga de la boca y lame cada gota de semen a lo largo y ancho de tu verga, tu recibes ese placer, ya sin pensar, ya sin analizar, solo lo dejas que te consienta mientras cierras los ojos y te dejas hacer.

El gordito se incorpora, y cuando abres los ojos, te dedica de nuevo su sonrisa, mientras lo ves caminar, observando ese culo delicioso alejarse mientras se anuda su toalla a la cintura.

Mientras recuperas la respiración, en tu mente te respondes la pregunta de que si, realmente si valió la pena esperar.

Enano Perverrrssso
Septiembre 2017





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